«Una aventura emocional, crítico social, humorística, sensual y de esquema inusual en el que se mezcla tanto el arte de la poesía como el de la música en directo, así como la pintura y momentos puramente improvisados». Es como define Nerea Mallo el espectáculo Onírica con el que este sábado llega al Espacio Belleartes. La extremeña afincada en Galicia vuelve a casa con esta propuesta que estrenó hace año y medio en Argentina a partir de una recopilación de sus propios sueños, a los que puso texto para dotar de un hilo conductor esas experiencias y dar vida a la performance.

«Por eso el espectáculo no tiene una definición real, ya que no es una obra teatral porque yo no interpreto a nadie; es más bien un viaje emocional», aclara al otro lado del teléfono. Y dentro de ese viaje, Mallo busca propiciar «incongruencias» entre las escenas.

Onírica son 50 minutos en el que el guión y la improvisación se dan la mano en un espectáculo con una base poética a la que acompañan distintas disciplinas artísticas. La primera de ellas, la música que lleva al escenario la guitarra de Juan Morgado y sin la que no se podría concebir esta sucesión de escenas. «Su presencia es esencial porque la música forma parte de lo onírico», razona Nerea Mallo. Y junto a la música, la pintura (en cada espectáculo se realiza un dibujo en la pared que es 100% improvisado), pero también algo de clown para ofrecer al espectador instantes en los que parece no concordar nada, pero con mensajes que más tarde darán fruto en cada persona que lo presencie.