Regresaban de su casa del campo cuando a la altura de El Vivero un perro se atravesó en el camino del coche y no pudieron evitar atropellarlo. Miguel Angel Bejarano explica en su domicilio de La Cañada su percance con un perro abandonado que la noche del pasado domingo pudo haberle costado la vida a él y a su familia. "Menos mal que ha sido un perro pequeño, si llega a ser un mastín...", asegura mientras relata lo sucedido.

Nada más frenar, Miguel Angel bajó del coche y el animal, asustado, se metió debajo del vehículo, cuyo parachoque delantero y el guardarruedas izquierdo resultaron dañados. Acabó llevándose al perro a casa porque el 112 no acudió para recogerlo de la carretera.

El conductor, que viajaba con sus dos hijos pequeños y su mujer, llamó a la Guardia Civil para que la protectora o quienes fueran responsables se hicieran cargo del animal herido. La patrulla que acudió llamó al 112, aunque no consiguió que vinieran por el animal, y poco después los agentes tuvieron que marcharse para realizar otro servicio. Miguel Angel se muestra indignado mientras cuenta la respuesta que le dio el servicio de urgencias al llamar otra vez cuando se fueron los agentes. "Me voy a ir, va a venir otro coche y va a ocurrir algo peor", les dijo a los responsables del 112, a lo que según él, contestaron que no podían hacer nada, y que si pasaba algo ya iría la Guardia Civil. "No me puedo creer que después de todas las campañas de la televisión contra el abandono y el maltrato de animales los servicios responsables actúen así".

Tras el fracasado intento, optó por llevársela a casa. Al día siguiente, otra patrulla de la Guardia Civil se dirigió a su domicilio, comprobaron que la perra no tenía el microchip y en el momento en el que salían de la casa, el can huyó. "Intentó morderme, y lo entiendo, porque estaba nerviosa y herida". Su hija quería quedársela, pero la desconfianza de Miguel Angel le impedía tenerla con los niños de 7 y 2 años.

Ahora la perra, abandonada a su suerte, deambula por La Cañada, sin que la reclame su dueño, al que Miguel Angel buscaba ayer sin éxito.