Un brazo roto, quemaduras en la espalda y problemas lumbares que no remiten tras un mes. Ese es el balance del accidente que sufrió una mujer residente en Cáceres, M. G., cuando un perro suelto se le echó encima tirándola de la bicicleta mientras circulaba por la N-630, concretamente por el kilómetro 587, entre Casas de Don Antonio y el Cruce de las Herrerías. "El perro salió de una cuneta, se metió entre las ruedas y me tiró", detalló ayer la víctima, que aseguró que pasó "miedo", ya que el can siguió ladrándole de manera "agresiva".

M. G., que fue operada en la clínica Virgen de Guadalupe, denunció lo sucedido ante la Guardia Civil de Alcuéscar, adjuntando la descripción del perro que la atacó. "Era una especie de mastín cruzado. Marrón, con el pelo largo y una chapita", apuntó.

Los hechos sucedieron el 9 de agosto, sin embargo, la víctima no ha querido hacer público el caso antes para no interferir con la investigación de la Benemérita en su intento de localizar tanto al can como al dueño. No obstante, aún no tienen noticias de la Guardia Civil. "De hecho, tres o cuatro días después de denunciarlo, mi hermano y yo nos acercamos por la zona, ya que en la denuncia detallé el kilómetro exacto por donde sucedió, para preguntar a los vecinos y nadie había recibido la visita de ningún guardia civil", remarcó M. G.

En ese sentido, lo que pide la víctima, que asegura que por los alrededores del lugar del accidente es común ver perros sueltos que entran y salen cuando quieren de las fincas donde habitan, es que se obligue a los dueños de canes a llevarlos atados y a tenerlos en el interior de las fincas debidamente cerradas.