Las obras del residencial Ceres Golf se desarrollaron hace más de diez años al amparo de la Ley de Oferta Turística Complementaria --posteriormente derogada--, que obligaba a la construcción de un campo de golf, un hotel y viviendas consideradas de segunda residencia. "Vinimos aquí en los 90 sabiendo que esto era una propiedad privada, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de la posibilidad de que el ayuntamiento recepcionara esta zona, porque muchas de las viviendas han pasado a ser primeras residencias", ha explicado Marina Cardenal, responsable de la directiva de la urbanización. Desde entonces, han solicitado sin éxito que el ayuntamiento asumiera servicios en la urbanización de la salida sur de la ciudad.