Será un jurado popular el que tendrá que determinar si en la mañana del 3 de agosto del 2008 Ahmed Benali entró en la vivienda de su casera, una mujer viuda de 85 años, y la violó antes de quitarle la vida y posteriormente robarle. Por estos hechos el acusado, que por Tribunal del Jurado será próximamente juzgado en la Audiencia Provincial, se enfrenta a 35 años de prisión.

Es la condena que para él pide el Ministerio Fiscal, que sí considera al acusado --en prisión provisional desde que sucedieron los hechos-- responsable de un delito de asesinato, por el que pide para él 18 años de prisión; de otro de agresión sexual, por el que pide 14 años; y de un delito de robo con violencia por el que pide 3 años. En total, 35 años de prisión a los que el fiscal suma además, en concepto de responsabilidad civil, la petición de que el procesado indemnice a los dos hijos de la fallecida con 50.000 euros a cada uno.

El procesado vivía de alquiler en el 2º piso de la calle Pedro Paniagua de Plasencia, mientras que Inés, su casera, ocupaba el 1º, ambos pisos propiedad de la mujer. Por eso, nada podía sospechar la anciana de lo que la ocurriría cuando a primera hora de la mañana de aquel 3 de agosto del 2008 su inquilino, que entonces contaba 41 años, fue a su casa y ella le dejó entrar.

En su escrito de calificación de los hechos, el fiscal recuerda que Ahmed Benali, "ciudadano marroquí no residente legalmente en España, de 41 años y 1,93 metros de estatura", se presentó entre las 09.00 y las 10.00 horas en la vivienda de su casera, que "permitió que accediera a su domicilio", al pensar que acudía "con la intención de abonar alguna de las mensualidades que le debía por el alquiler".

Una vez en el interior, se añade, el acusado, "movido por el ánimo de satisfacer unos deseos sexuales", llevó a la mujer a su dormitorio, "la lanzó sobre la cama y tras vencer la resistencia que la misma ofrecía" la agredió sexualmente. A continuación, "con ánimo de acabar con su vida, comenzó a golpearla brutalmente en la cabeza"; y acto seguido, "aprovechando que se encontraba gravemente herida, postrada sobre la cama y totalmente indefensa, cogió un cojín, lo colocó sobre la boca y nariz de su víctima y presionó con fuerza hasta asfixiarla".

El fiscal concluye el relato de los hechos indicando que, finalmente, el acusado, "actuando con total impunidad, y con la finalidad de apoderarse de cuanto fuera de su interés, procedió a registrar la vivienda, apoderándose de 300 euros que Inés tenía guardados en un sobre".

Por todos estos hechos el Ministerio Fiscal considera a Ahmed Benali responsable de la muerte de Inés G., que murió "como consecuencia de las contusiones craneales intensas y la asfixia provocada por la oclusión de sus orificios respiratorios", hecho por el que le imputa un delito de asesinato, "por concurrir alevosía"; así como un delito de agresión sexual y un delito de robo con violencia.