La Asociación Vecinal Zona Centro denunció ayer a este diario el mal estado en el que se encuentra la calle Margallo. En la vía existen edificios abandonados que han o están siendo ocupados por personas de forma ilegal o incluso se han llegado a producir robos en viviendas de nueva construcción, según testimonios de residentes. "Las personas que viven aquí pagan un IBI de primera por una calle que es de tercera", apuntó ayer la presidenta de la asociación, Rosser Gruart.

"En la calle Palafox se produjo un incendio hace poco en un edifico abandonado, al que le dieron una patada a la puerta y se metieron", indicó. "En casas de nueva construcción, que no se han vendido, también han entrado y se han llevado radiadores, ventanas, grifos... Cada vez hay menos tránsito por Margallo, de hecho sobre las 22.00 horas ya no queda un alma por la calle... ¿Qué vamos a tener, hasta delincuentes?", se preguntó Gruart.

Además de la situación con los edificios deteriorados, el colectivo viene arrastrando desde hace meses incomodidades debido a la cámara instalada en la plaza de la Concepción, la cual controla el acceso de vehículos no autorizados a la parte vieja. "Si viene mi hijo a verme y pasa con el coche le ponen una multa porque no vive ahí. Quitándola o trasladando la cámara hasta el Colegio Oficial de Arquitectos no habría problema porque nadie pasa por allí. Lo mismo nos pasó con el pivote, que nos costó un año y medio que lo quitaran", remarcó.

NEGOCIOS Para la presidenta del colectivo, esta situación está perjudicando incluso a los negocios de la zona. "La gente no viene a comprar andando y la prueba de que el comercio ha caído está en que se pueden ver aparcamientos libres", señaló Gruart, que no comparte tampoco el sistema de concesión de permisos para residentes de la calle. "Es relativo; hay personas que han recibido cinco --permisos-- y otras que no les dan ninguno porque no están empadronados en esta calle cuando igualmente viven aquí", comentó.

Asimismo, al igual que ocurre en los negocios, la afluencia a las parroquias de la zona también ha decaído. "Los sacerdotes franciscanos nos han comentado que ya no va la gente que iba antes. La mayoría eran personas mayores a las que traían sus hijos en coche. Ahora, al no tener éstos permiso para acceder a la parte antigua han dejado de traerlas", explica.

Por ello, el colectivo vecinal, que mantendrá una reunión esta misma tarde, a las 20.00 horas en la Casa del Mayor de la calle Margallo, solicita al ayuntamiento que, además de eliminar o trasladar la cámara que multa a los vehículos no autorizados que acceden a la zona monumental, adecente los edificios que sean de propiedad municipal o, en el caso de que no sea así, inste a los propietarios de los mismos a que lo hagan. En ese sentido, la reunión de hoy se ha convocado con el objetivo de alcanzar un consenso y "redactar un escrito detallando la situación" para registrarlo acto seguido en el ayuntamiento o llevarlo a una sesión plenaria.