Estuvieron ocho meses casados pero en 2016 decidieron poner fin a su relación y se divorciaron. Sin embargo, al tener conocimiento de que su exmarido había rehecho su vida con otra mujer comenzó a enviar mensajes amenazantes tanto a su expareja como a su nueva novia. Según recogen el escrito de acusación tanto del Ministerio Público como de la acusación particular, les insultaba. A él llegó a decirle: «púdrete en el infierno» o «suicídate hijo de puta y seremos felices». En ellos advertía a la nueva pareja de su exmarido de que había violado a la hija que ambos tenían en común y a la suya (la de su nueva novia) y de que era un maltratador que no tardaría en hacer lo mismo con ella.

En otro mensaje les amenazó con que había contratado un sicario para que les pegara un tiro. Les advirtió de que ya había pagado 2.500 euros de los 4.000 que le costaba. Además, «aprovechándose de su condición de funcionaria de la administración de justicia», desempeñando en esas fechas su trabajo en el servicio de ejecución civil de la oficina judicial, accedió al sistema informático de los juzgados para consultar los procedimientos que pudiera tener abiertos la nueva pareja de su exmarido. Encontró una resolución dictada por hurto que fotografió y se la remitió a su exmarido.

Cuando se denunciaron los hechos, afirma la acusación particular que ejerce el letrado cacereño Juan José Jiménez Bustamante, la acusada intentó hacer creer que los mensajes se los había enviado a sí mismo su exmarido, ya que la titularidad de la línea seguía siendo de él. Como consecuencia de lo ocurrido las víctimas han sufrido ansiedad y depresión que acabaron desembocando en una ruptura.

Por estos hechos la Fiscalía solicita tres años y nueve meses de prisión por un delito continuado de amenazas, otro leve de injurias y otro de violación de secretos por funcionario público. La acusación particular solicita diez años de prisión por las amenazas contra su exmarido y su nueva pareja y por revelación de secretos y que indemnice con 23.000 euros a ella y con 5.000 a él.