La Ribera del Marco es un cauce continuo de agua que ha dado vida al entorno cacereño desde la prehistoria. Ni siquiera se seca en verano gracias a las reservas del Calerizo. Por ello, el colectivo de Amigos de la Ribera del Marco acaba de lanzar un grito de auxilio para «rogar» al ayuntamiento que limpie el cauce, puesto que la última operación de este tipo se realizó hace ya siete años. Reclama, además, que se efectúe de forma manual para evitar daños en el entorno y propone que se haga el próximo otoño, sin más dilación, tras varias peticiones reiteradas.

El colectivo, apoyado por los hortelanos, por los regantes del arroyo y por la asociación de vecinos Ribera del Marco, ahora en gestación (aglutinará a los nuevos residenciales y viviendas cercanas), no descarta emprender acciones tras el verano para que por fin se limpie el cauce. «Está lleno de restos vegetales y plásticos», lamentó ayer Pedro Martín, representante de los Amigos de la Ribera, recordando que el arroyo, también conocido como La Madre, es la corriente de agua permanente más importante entre el Tajo y el Guadiana, origen de la ciudad.

«Pedimos que la Ribera sea salvada del abandono y la contaminación, que pueda ser revitalizada respetando su idiosincrasia rural. Para ello seguiremos presentando propuestas de mejora», indicó Pedro Martín. La asociación recuerda que la última limpieza fue realizada por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y que el ayuntamiento guarda ahora silencio ante sus peticiones. «Nos da igual que la acometa uno u otro, pero hay que hacerla», insiste el representante, que también considera «de vital importancia» presionar a la CHT para que ejecute la ampliación de la depuradora, «a fin de acabar con los vertidos de aguas residuales sobre el arroyo. Con el cauce limpio se podrían desarrollar numerosos proyectos».

UNEN VOLUNTADES / En este sentido, el colectivo viene colaborando en la creación de la agrupación vecinal Ribera del Marco. Ambas asociaciones se muestran decididas a trabajar conjuntamente para pedir mejoras, «y estar vigilantes sobre los posibles daños que pueda originar la entrada de la ronda sureste, la nueva ampliación de la ronda de la Hispanidad, que atraviesa el arroyo». Así lo confirmó también ayer Luis Jiménez, vecino de la zona, que está moviendo la nueva asociación. «La Ribera se debe mantener como siempre estuvo, es el origen de la ciudad y es su única zona húmeda», matizó.

También se suman a estas propuestas otros ciudadanos. Es el caso de Juan Ramos, que desde 2013, como profesor de Biología del IES Norba Caesarina, ha reintroducido junto con sus alumnos una de las especies más emblemáticas del Marco, el lirio amarillo de agua. Lo han hecho en la charca, en la Huerta del Conde y en Fuente Fría. «No podemos perder un entorno ambiental tan interesante como la Ribera», afirmó ayer.