Un monumento a las víctimas del terrorismo es un reconocimiento que el pueblo les hace y mientras que ese monumento siga en pie pervivirá la memoria de las víctimas". Quien hace esta reflexión es una víctima del terrorismo de ETA y presidente del colectivo en Extremadura, Santiago Moriche, y con ella justifica la petición que se presentó ayer por escrito en el ayuntamiento para que se levante en la ciudad un monolito en homenaje a los 179 extremeños que han padecido de forma directa el horror terrorista.

Moriche tiene en sus oídos, en la mano derecha y en su recuerdo las secuelas del atentado que sufrió el 22 de julio de 1980 en Logroño. Nacido en Burguillos del Cerro, era guardia civil y conducía un autobús cuando estallaron a su paso 50 kilos de goma2. Murió un teniente y otros 23 agentes resultaron heridos. Su tragedia es también la de esos otros 178 extremeños a los que se quiere homenajear en Cáceres con una escultura en el Nuevo Cáceres.

El presidente de esta barriada, José María Tovar, compareció ayer junto a Moriche y otras víctimas para comunicar la presentación formal por escrito de la petición al ayuntamiento. "Cáceres debería ser un referente para recordar a estas víctimas de la democracia", dijo Tovar.

Ambos colectivos han elegido al artista cacereño Emilio González para que lo materialice. Así se presentarán al ayuntamiento dos proyectos escultóricos de González. Uno de ellos sería un muro con bloques de hormigón que representarían cada una de las víctimas mortales extremeñas, actualmente 52. El otro sería un prisma rectangular. El presupuesto de los dos ronda los 12.000 euros.

Como ya se ha informado con anterioridad, la asociación de vecinos ha propuesto dos parques del barrio para su instalación: el que está junto a la estación de autobuses y el la N-630.

DESPERTAR CONCIENCIAS Los presidentes de los dos colectivos implicados en la iniciativa insistieron ayer que con el monumento se busca despertar las conciencias sobre el problema del terrorismo y que en ningún caso quieren que se politice. Así además de la escultura, "que es un primer paso", se tiene previsto la realización de otras actividades como conferencias o un concierto solidario. Para este último, Tovar reivindicó la solidaridad de los artistas extremeños como Bebe, Soraya o Luis Pastor.

La Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo tendrá en octubre su propia sede en Badajoz, en la avenida de España 12, y desde allí se empezarán a organizar estas actividades.