Fiscalía pide tres años de cárcel para A. M. P. y D. V. S. por un delito de tráfico de drogas con grave daño a la salud. La Audiencia provincial acogió ayer el juicio en la sala de jurado. El ministerio público pide además para cada uno también una multa de 3.240 euros, el triple del valor de la droga incautada, según reza en el artículo 368 del código penal. Se sentó en el banquillo también acusada del mismo delito C. E. C. C., pero minutos antes llegó a un acuerdo de conformidad con el ministerio público por dos años de prisión y así evitó el juicio.

Los hechos que les imputan ocurrieron en julio. Según el relato de fiscalía, A. M. P., pidió a D. V. S. su coche para viajar a Plasencia bajo el pretexto de ver un vehículo que había mirado por internet para comprarlo. Ante la negativa de dejarle el coche, ambos viajaron desde Cáceres hasta San Lázaro. Una vez allí, A. M. P. se bajó del coche solo y adquirió 400 euros en cocaína y heroína en una papelina que escondió en un hueco manillar del coche. La Policía Nacional organizó un dispositivo a la entrada de Aldea Moret y detuvo el vehículo para inspeccionar si habían viajado a Plasencia para adquirir droga que más tarde venderían en Cáceres. D. V. S., huyó de los agentes y fue detenido metros adelante. A. M. P. también fue detenido, el coche fue requisado y se incautaron varios gramos de sustancias.

Ambos, que cuentan con antecedentes penales y se conocieron en la cárcel cuando cumplían una condena anterior, prestaron declaración ante el juez. D. V. S. se declaró inocente de los cargos, aseguró «haber ido engañado» a Plasencia y alegó que desconocía que había droga en el coche y que por ese motivo «se puso nervioso» y huyó. Mientras, en su declaración, A. M. P., politoxicómano, reconoció haber comprado la droga -heroína y cocaína-, pero alegó que era para consumo propio debido a su adicción. Negó que el dinero que se lo hubiera ofrecido el otro acusado para adquirir sustancias y aseguró que procedía de un fondo que había heredado de su madre, fallecida tres días antes de los hechos imputados. También prestó declaración ante el juez como perito la forense que elaboró un informe sobre A. M. P. y refrendó y señaló que su perfil responde al de una persona adicta «cuya intención en la vida se enfoca solamente a conseguir droga». En la vista declararon dos agentes de Policía Nacional -estaba previsto que declarara un tercero, pero estaba de baja- que intervinieron en el dispositivo de detención. Según su relato, la policía mantenía una investigación abierta sobre los acusados tras un testimonio protegido que aseveraba que el domicilio de D. V. S. en Aldea Moret y que luego perteneció a C. E. C. C. era un punto de venta de droga que frecuentaba A. M. P. El caso queda visto para sentencia y será el magistrado el que determinará la pena en los próximos días. Las defensas reclaman su absolución.