La reina cacereña de la copla será este año la encargada de pregonar --el 21 de febrero en el Palacio de los Golfines--el regreso del Carnaval a la Ciudad Monumental.
--¿Va a ser un pregón coplero?
--Para mí es un orgullo hacerlo. Soy cacereña por los cuatro costados y que mi ciudad considere que puedo ejercer ese derecho me llena de orgullo y satisfacción.
--Que además vuelve a la ciudad monumental...
--Siempre he defendido que puede ser escenario de tantas cosas que no se valoran... Es un marco que da pie a vivir muchas emociones y sensaciones. El cacereño de a pie tiene que empezar a deleitarse con ella y las instituciones a valorarlo.
--¿Las máscaras nos ocultan o sacan nuestro verdadero yo?
--Creo que es una fecha en la que mucha gente saca su verdadero yo bajo una careta, una máscara o un disfraz. No es mi caso, porque mi verdadero yo está permanentemente a flor de piel. Invito al cacereño a vivir permanentemente en Carnaval y a liberarse de esos tabúes que nos hacen ser esclavos de nosotros mismos.
--¿Qué recuerdos le trae esta fiesta pagana?
--Desde niña he sido muy ´novelera´. Me ha encantado siempre disfrazarme y lo hice hasta muy mayor. Pero jamás me he disfrazado de algo que no me favorezca.
--¿De qué se va a disfrazar?
--Para el pregón será un traje medieval. Con un ´pelucón´, maquillada con la cara muy blanca y los labios muy rojos, con un lunar y un traje con un gran escote y un corpiño muy apretado.
--¿Cómo va a ser su arenga?
--Voy a intentar apelar al corazón con la música y la palabra. Hay una canción de Celia Cruz que dice ..."la vida es un Carnaval y las penas se van cantando"... Ese puede ser el resumen de lo que quiero transmitir a los cacereños, para que dejen la posición cómoda de que aquí no hay Carnaval.