El Centro Juvenil de Orientación para la Salud se ha convertido en una auténtico consultorio amigo donde los jóvenes cacereños acuden sin rubor a aclarar sus ideas e intentar resolver sus problemas, en ocasiones serios. Unos piden información sobre métodos anticonceptivos, otros llegan con temor a un posible embarazo y solicitan un test que les saque de dudas, los hay que demandan la píldora del día después y quienes exponen sus problemas de pareja. Los profesionales del centro atienden todas las cuestiones que se les plantean, y en caso de necesidad derivan a los jóvenes a especialistas médicos.

El principal motivo de consulta es la petición de información general sobre este tipo de cuestiones (23,3%), seguido de los métodos anticonceptivos, por los que se interesan un 17,6% (el centro deriva a las chicas al ginecólogo para que les asesore sobre el método adecuado). De hecho, cuando se pregunta a los jóvenes acerca de este tema, un 73% asegura que utiliza el preservativo, un 2,3% la píldora, un 2,3% otros métodos y un 5,1% responde que aplica la marcha atrás , "cuando en realidad éste no es un medio de anticoncepción, no garantiza nada", recuerdan los profesionales del centro. Un 2,8% admite que no pone ningún medio, pero en la práctica la cifra se incrementa.

Y debe ser así porque los siguientes motivos de consulta están relacionados con los problemas que surgen cuando no se utilizan los métodos adecuados. Así, un 17,5% acude a informarse del Sida y de las enfermedades de transmisión sexual, un 5% pide tests de embarazo, y un 4,6% expone su miedo también al embarazo. "Realizamos dos tests como mínimo por semana, generalmente entre chicas de 15 a 18 años. La mayoría dan negativo, pero aun así nos preocupa que se hayan expuesto a una conducta de riesgo. De hecho, hay quien viene más de una vez con el mismo problema", explica el personal del centro.

En este mismo sentido, un 3% pide la píldora post-coital "y siempre les derivamos a Planificación Familiar". Otros temas consultados son la interrupción del embarazo, la menstruación o los problemas de las parejas.

La mayoría de los usuarios tienen entre 15 y 19 años y son universitarios o bien cursan ESO, aunque un número elevado también trabaja, especialmente los que prefieren realizar sus consultas por teléfono. Las chicas piden asesoramiento sobre estos temas con más frecuencia que los chicos, hasta tal punto que los duplican en el balance anual que realiza el centro.