Algunas son verdaderas obras de arte. Otras simples suciedad. Algunas sirven para decorar y hacer más agradables a la vista muros de obras, fachadas de inmuebles abandonados...; mientras que otras lo único que hacen es destrozar propiedades privadas o mobiliario público.

Se trata de los ´grafitis´, cada vez más frecuentes en cualquier ciudad. Pintadas que sus autores, los ´grafiteros´, realizan en unos casos en lugares adecuados y con verdadero arte, pero que en otros causan daños en propiedades ajenas y se convierten en pintadas que pueden salir muy caras.

Así lo ha dejado claro una reciente sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal de Cáceres, cuyo titular ha declarado a dos ´grafiteros´ autores responsables de sendos delitos de daños, por las pintadas realizadas en los vagones de un tren, y condenado a cada uno a pagar una multa de 1.824 euros. Además, les condena también a indemnizar a Renfe, por los daños causados y de forma conjunta y solidaria, en un total de 6.639,90 euros más los intereses legales.

Los hechos por los que N. F. A. y D. G. P., ambos vecinos de Madrid, han sido condenados ocurrieron hace casi un año en la estación de ferrocarril de Cáceres. Según recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal como hechos probados, fue la noche-madrugada del 3 de febrero del 2008 cuando N. F. y D. G., "en compañía de otros dos jóvenes que no han sido identificados", se dedicaron a "efectuar pintadas en los vagones que, cercanos al lugar del Cerro de los Pinos y alejados de los andenes, se encontraban estacionados en las vías muertas".

Provistos de diversos botes de pinturas de spray, se añade, "fueron realizando diversos grafitis con los que cubrieron los laterales de cinco vagones, incluidos parte de los cristales, de un tren automotor", llegando a cubrir con sus pintadas una superficie de más de 67 metros cuadrados.

En torno a las nueve de la mañana fueron sorprendidos por personal de la estación, que informó del hecho a la policía local. De forma inmediata se personaron en el lugar los agentes, que observaron "como salían ya de la estación". Al verlos, los cuatro ´grafiteros´ huyeron, "tiraron las bolsas que contenían las pinturas y optaron por separarse". Dos de ellos, los ahora condenados, fueron detenidos en las inmediaciones de Campsa, mientras que los otros dos que habían participado en las pintadas no fueron localizados.

Los vagones que utilizaron como lienzos tuvieron que ser reparados y repintados, lo que le supuso a Renfe un coste de 6.639,90 euros.