Transitar por los nombres de las calles que componen el plano, de cualquier ciudad, es un paseo por vericuetos de la historia local que, a veces, nos hacen percibir mejor ciertos espacios urbanos que fueron lugar para la vida desde hace siglos.

Un caso curioso es el que ocurre en Cáceres con una de sus principales vías de comunicación, la archiconocida calle de Pintores. Aunque aparece citada desde el siglo XVI, no sabemos a ciencia cierta cual es la causa de su denominación. Para un recién llegado puede parecer que, antaño, la ciudad fue un hervidero artístico, de ahí que se tuviese dedicada una calle a los creativos de la paleta y el pincel. Del mismo modo se puede especular con el oficio de blanqueador, que también eran pintores, aunque con menos pedigrí que los de pincel, lo suyo eran las brochas y el hisopo. Ni unos, ni otros, fueron gremios con gran presencia ciudadana como caleros, zapateros o curtidores que si tuvieron sus calles específicas Lo cierto que no sabemos el porqué de tan atractivo nombre para la que ha sido, durante siglos, la principal vía comercial de la ciudad.

En 1639, cuando la calle Pintores ya tenía consolidada su función mercantil, convivían en ella una serie de servicios que nos aproximan a la realidad de su tiempo. En esta época había tres mesones, cinco zapateros, tres sastres, dos barberos, dos curtidores, dos tenderos, un boticario, un cerero y un sombrerero. También residían en ella otro tipo de vecinos como el Alguacil Mayor Pedro de Robles , el vicario Juan Cabello o el clérigo Bernardino García . Con el paso de los siglos, esta calle, se fue adaptando a retos e innovaciones que imprimían nuevas formas económicas. Con la llegada de los catalanes, en la segunda mitad del siglo XVIII, Pintores se transforma definitivamente en la principal arteria mercantil de Cáceres. Aunque ni muy larga ni muy ancha, en ella se podía encontrar de todo; cordelerías, mesones, sastres, zapateros, sombrereros o boticarios. Se concibe como una continuación de la propia plaza Mayor, tradicional espacio para el mercado.

En el tiempo presente, la calle Pintores se sigue reinventando, para aproximarse a la realidad comercial del siglo XXI. Ahora son negocios de telefonía, tiendas de conocidas franquicias o nuevos bazares, los que se han apoderado de este veterano espacio. Como testigos de su pasado quedan un par de tiendas de zapatería, la centenaria barbería y el 'pintoresco' estanco que atienden dos ágiles y amables estanqueras. Por lo demás, Pintores será siempre un lugar unido al discurrir histórico de Cáceres y sus gentes. Aunque los siglos hayan borrado el origen de su nombre.