El alquiler medio de los pisos en la capital cacereña ha llegado a superar los 500 euros durante los últimos tiempos, especialmente a lo largo de 2008 y en los primeros meses de 2009. Desde el pasado verano se mantiene entre los 495 y los 500 euros, muy lejos de los 420 que marcaban hace cinco años.

Este alza, unida a la crisis económica, a la menor disponibilidad de las familias y a las subidas energéticas, puede estar detrás del renovado interés de los universitarios por conseguir una plaza en las residencias de estudiantes, donde tienen todas sus necesidades cubiertas por una cuota mensual de entre 300 y 500 euros.

El piso compartido ya no resulta la opción más ventajosa. Al alquiler hay que sumar la manutención, la electricidad, el gas y algún otro gasto, y además hay que comprar, cocinar, lavar y limpiar. Esas parecen ser las razones de las numerosas solicitudes que recibieron el curso pasado las residencias, y que tiene visos de repetirse este año. También es cierto que los alquileres han iniciado una tendencia a la baja, aunque suave, tras las fuertes subidas de ejercicios anteriores.

El portal inmobiliario de la empresa Inmolandia.com , que registra centenares de viviendas con los precios de mercado, sus tipos y variaciones, detalla la situación mes a mes en la capital cacereña. Los pisos se mantienen todavía rondando los 500 euros. Los apartamentos salen más baratos, pero permiten una ocupación más baja, es decir, el precio se reparte entre menos inquilinos. A principios de 2005 marcaban una media de 419 euros, llegaron a superar los 462 a finales del 2008 y desde entonces su alquiler ha ido cayendo ligeramente hasta los 439 euros del pasado mes de mayo.

Los estudios, generalmente concebidos para una sola persona, también se han sometido al vaivén inmobiliario. De los 225 euros que costaban en 2005 llegaron a los 364 en 2008 y 2009, luego bajaron a los 290 y ahora se han estabilizado en torno a los 330. Las casas son otra opción, aunque menos demandada por los universitarios, y además ha tenido oscilaciones de vértigo. De los 323 euros de hace cinco años subieron hasta los 600 en 2008, y ya en 2010 se encuentran en la barrera de los 500.