La aprobación en octubre de 2012 del Plan Nacional de Arquitectura Defensiva es la causa última de que la Consejería de Cultura quiera inventariar y proteger seis edificaciones que están en el recinto ferial y que fueron parte del campo de aviación que ocupó este espacio. Son cinco refugios antiaéreos, de los que uno está prácticamente derruido, y otra construcción que Cultura denomina edificio de oficiales. Las seis desaparecen en el plan con la futura ordenación de la zona, que convertirá las veinte hectáreas del actual ferial y otras ochenta que lo rodean en un espacio con usos comerciales, residenciales y de recreo. Por eso el informe de la consejería es desfavorable a la ordenación proyectada.

«Es subsanable», contestó el pasado viernes la consejera de Cultura, Leire Iglesias, a la pregunta de cómo afectará esta desautorización al futuro desarrollo de la zona. Añadió que a partir de ahora «se conversará» con la agrupación de interés urbanístico, los propietarios del terreno que han elaborado el plan de ordenación, para conocer «qué propuestas» hacen para compatibilizar el desarrollo de este espacio y la conservación de los edificios.

Los primeros contactos se produjeron la semana pasada y seguirán la próxima. Ayer mismo se hizo un levantamiento para ubicar de manera precisa cada uno de los edificios dentro de la nueva urbanización proyectada.

De los cinco refugios, el primero que se ve entrando desde la glorieta del ferial está prácticamente derruido, mientras que los que están en mejor estado son los dos más próximos al ferial. El edificio de los oficiales, que está semienterrado y cercano a la N-630, está mejor conservado.

En una primera ubicación sobre el proyecto de la nueva urbanización, tres de los refugios quedan en nuevos viales planificados, uno está dentro de una parcela de usos residenciales y el quinto se sitúa entre un espacio libre o zona verde y el borde de una nueva rotonda. Este último es uno de los dos mejor conservados y queda en la nueva urbanización en un área libre de construcciones. El edificio de oficiales queda dentro de una de las dos grandes parcelas comerciales que serán las primeras que se desarrollarán.

Por parte de la consejería se precisó el lunes que se pretende «el mantenimiento del mayor número de edificios e infraestructuras» que tuvo el antiguo campo de aviación, aunque también se indicó que «la similitud» de los cinco refugios «puede permitir adoptar una solución conveniente a todos». Es decir, se podrían inventariar los cinco para tener constancia de que estuvieron en ese sitio y mantener uno o dos, los que estén en mejor estado y entorpezcan menos el desarrollo de la zona. La solución saldrá de los contactos entre agrupación y consejería, que también quiere hacer partícipe al ayuntamiento de las soluciones que se puedan adoptar.

Aunque el plan de ordenación afecta a 105 hectáreas, a medio plazo y en una primera fase solo se actuaría en las 15 de las dos grandes parcelas para usos comerciales que ocupan la media luna que está entre la carretera de Mérida y el ferial. Aquí está el edificio de oficiales. Una de las opciones si este inmueble se mantiene es que esta construcción quede en los espacios libres o áreas de aparcamiento que tendrán que habilitarse.

Desde Cultura se recordó el lunes que en 2009, cuando se elaboraba el plan de urbanismo en vigor que ha servido para la ordenación del ferial propuesta, no se advirtió de la necesidad de proteger los seis edificios porque no ha sido hasta 2012, según informa el Gobierno, cuando se ha aprobado el plan nacional de arquitectura defensiva, «antes el concepto de arquitectura defensiva era más limitado y se circunscribía a castillos o murallas», apuntó Cultura.