Hortelanos que tienen sus parcelas en las inmediaciones del puente nuevo de la Ribera, junto a la carretera de Trujillo, se oponen a que se acometa otra renovación del colector que atraviesa esta zona por el perjuicio que les causaría. El fundamento de su reclamación es que solo han pasado 15 años desde la ejecución de la galería por la que ahora discurren las aguas sucias hasta la estación depuradora de la carretera de Monroy.

«Es absurdo» que se vuelva a plantear ahora la renovación del colector, comentó ayer Juan Lancho, uno de los hortelanos que firman la alegación que se ha presentado al proyecto de saneamiento de Cáceres, que ha estado en exposición pública y que con una estimación de coste de ejecución de 40 millones plantea soluciones a la depuración de las aguas residuales a medio y largo plazo (el horizonte es el año 2041).

En la alegación, que se presentó en la Confederación Hidrográfica del Tajo, se recuerda que en 2003 se construyó una galería de hormigón de tres metros de ancho, «cuya vida útil, según la memoria que se realizó, era de cien años». En la reclamación se detalla que entonces ya pasaron «una situación muy desagradable, en la que se nos obligó a constituir una servidumbre para acometer las obras, dejando las tierras de las huertas en una situación lamentable que hemos tardado años en recuperar». Lancho recordó que además paralelo al colector del año 2003 está el antiguo, sin uso desde hace quince años,

En el documento que ha estado en exposición pública se precisa que se pretende renovar aproximadamente diez kilómetros de colectores del núcleo urbano, uno de los tramos es en la zona donde los hortelanos que han alegado tienen sus huertas.

En otra de las alegaciones, presentada por la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco, se llama la atención sobre la situación de uno de los aliviaderos del colector de la Ribera del Marco, el que está próximo al edificio de los juzgados, que en las crecidas, cuando entra el agua de lluvia, acaba vertiendo al arroyo del Marco «agua contaminada», recordó ayer Pedro Moreno, presidente de esta asociación.

El proyecto del Ministerio de Medio Ambiente tiene en cuenta el problema que están generando los aliviaderos de los colectores, por algunos incluso «se vierte en tiempo seco» agua sucia a los cauces y «en general no se asegura la disolución mínima exigida», según se afirma en el documento

Para solucionarlo se plantea sustituir estos aliviaderos por tanques de tormenta (depósitos que permiten retener el agua de lluvia y hacer una predepuración), pero hay tres que se mantienen al no haber espacio para la construcción del tanque. Uno de los que se dejan es el de la Ribera junto a los juzgados, aunque en el proyecto se afirma que «será acondicionado para verter solo en tiempo de lluvia» y con «unas rejas para la retención de sólidos».

Moreno aseguró ayer que la solución tiene que ser la construcción de dos conducciones, una para las aguas residuales y otra para las pluviales para evitar «que se vuelvan a volcar al arroyo» aguas sucias, según se indica en la alegación, en la que incluso se plantea que la Confederación del Tajo «obligue» al ayuntamiento a participar en la financiación de la duplicación de los colectores.

ALEGACIÓN DE LA JUNTA / El ayuntamiento no ha presentado alegaciones al proyecto, pero sí una serie de observaciones. En una se pide que se amplíe la renovación de colectores al tramo comprendido entre ronda Vadillo y ronda de San Francisco porque «es un colector que por su antigüedad tiene filtraciones a la Ribera». En esta zona el proyecto contempla la renovación de colectores, pero en el tramo opuesto: desde ronda Vadillo a la depuradora.

Sí ha presentado una alegación la Junta de Extremadura. Es un informe favorable condicionado a «una serie de medidas correctoras» en materia de patrimonio cultural, la Ribera es una de las áreas de vigilancia arqueológica dentro del casco urbano . «Se trata de la señalización de diferentes yacimientos y elementos etnográficos que se deben conservar íntegramente y el establecimiento de una zona de protección», explicó la Consejería de Cultura sobre el contenido de su alegación.