TCtáceres contará antes de Navidad con un plan de movilidad urbana. Tarea difícil porque ya nace condicionado por aparcamientos públicos a los que será necesario llegar y por la crisis que retrasa o impide la ronda prevista, así como por la innombrable ubicación de la estación del AVE. Como es natural, la alcaldesa está muy contenta y yo también. Sin embargo el nombre no es el adecuado porque sugiere que en Cáceres no se mueve nadie y eso no es cierto. Basta con salir a la calle a cualquier hora del día. Aunque la gente se mueve discontinuamente pues, como todos estamos en la calle, se ve obligada a detenerse cada cuatro pasos para que le digan que la abuela está malucha, que su hijo es muy listo y que el sábado estuvo comiendo en Elvas. Dice la alcaldesa que se trata de hacer la ciudad más cómoda. Lo dudo. ¿Más cómoda que ahora que vas a todas partes con el coche? Y en el colmo del optimismo asegura que será más amable.

Eso sí que es imposible. Ahora es cuando es amable pues aparcas donde te da la gana y te da tiempo a tomarte un café y un par de cubatas antes de que llegue la grúa. Presenta como una medida extraordinaria poner aparcamientos disuasorios y fomentar el transporte público. No sé si en los propósitos del Catovi entran el estar diez minutos esperando un autobús, un desplazamiento achuchado por múltiples viajeros, la parada a cien metros de su casa o del estanco ¿Eso le parece funcional? Funcional es lo de ahora. Tu cochecito, de casa a la panadería, de la panadería al estanco, del estanco al bar Así llevamos funcionando muchos años y todos tan contentos.

Y todo esto en función de la eficiencia pues ahorraríamos en gasolina, en semáforos, en cuando se lo dije a mi amigo Quique me contestó: "¿Sabes lo que haría yo para ahorrar? Suprimir el ayuntamiento", porque ya se sabe que la mayoría de los cacereños saben de circulación y movilidad más que todos los concejales y técnicos juntos.