Calles anegadas de hojas, acerados levantados, paseos sin luz, sumideros atascados, casas inundadas. Esa es la imagen que presenta cada día la barriada del R-66, una fotografía que se acentúa más durante los meses de otoño e invierno. ¿El culpable?, los plataneros que decoran todas las calles del barrio. Y es que se trata de la zona de Cáceres en la que más se concentra este tipo de plantaciones, una de las especies más antiguas pero que más problemas generan debido a la suciedad que producen sus hojas caídas y a los destrozos en el mobiliario ocasionado por el crecimiento de sus raíces.

Según el jefe de la sección de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Cáceres, Miguel Durán, se trata de una especie arbórea con un crecimiento muy rápido: "Son de gran tamaño. Plantados en parques no hay problema, pero en aceras estrechas puede que sí los haya porque sus raíces se desarrollan de manera muy potente y levantan las aceras o incluso a veces los cerramientos", explicó. Otra de las características del platanero es la cantidad de hojas que caen de sus copas, en un número muy superior al de cualquier otra especie. Además, la caída se produce tanto en otoño como en primavera.

Precisamente todo eso es lo que molesta a los vecinos, que han demandado en varias ocasiones que retiren de sus calles estos árboles y que se sustituyan por otros. "No sé a quién se le ocurrió la idea de plantarlos pero es horroroso. Solo hay que ver cómo están las calles, llenas de hojas. Además se atascan los imbornales y muchas veces se han inundado nuestras casas", decía ayer uno de los vecinos afectados.

Otro de ellos, Ramón Alvarez, protestó por el crecimiento de los frutos: "Cuando se deshacen las bolas se crea una niebla impresionante en plena primavera, es como un polvo blanco. No podemos abrir las ventanas porque se mete dentro de casa", aseguró. Y añadió que el gran tamaño de los mismos esconde la luz de las farolas.

Quizá uno de los lugares más afectados sea la calle Córcega, una de las más estrechas y en la que más plataneros se concentran. Eso, según los vecinos, impide el paso de vehículos de emergencia: "Ya lo hemos comunicado. Si hay un incendio en el edificio los bomberos no pueden actuar porque las ramas llegan muy alto", se quejó un residente de esta vía.

A todos estos problemas se unen las alergias. Esta especie es una de las que más produce en las personas en primavera. En el caso del R-66 hay vecinos que no pueden abrir sus ventanas en verano para evitar esta situación. "Mis hijos tienen alergia y les cuesta pasear por sus propias calles", se quejaba ayer a este diario un vecino del R-66.

La maldición de los plataneros no solo se sufre en esta barriada cacereña, sino que afecta a casi toda la ciudad, ya que se trata de la especie más numerosa de Cáceres. Cánovas y otras calles del centro están plagadas de esta especie, aunque en muchos sitios han empezado a sustituirse.

ALGUNOS YA SE HAN QUITADO

En el caso de la barriada del R-66, entre los años 2003 y 2004 se eliminaron algunos de estos plataneros tras las incesantes demandas vecinales porque las ramas llegaban a entrar en las ventanas de los bloques de viviendas. Este hecho fue muy criticado por los colectivos ecologistas de la región. En concreto, la Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura (Adenex) protestó por la "tala masiva" que se llevó a cabo. Ahora, casi siete años después, su postura no ha cambiado, aunque sí reconocen que esa especie arbórea "no es la adecuada" para plantarse en un residencial. "Nosotros nos negaremos siempre a una tala masiva de árboles. Estamos de acuerdo en que no se tenían que haber plantado porque generan muchos residuos. Nuestro planteamiento es sustituirlos por otra especie, pero nunca una tala masiva", explicó Antonio Díaz desde el colectivo ecologista.

Esa tala de hace siete años no acabó con el problema. Aún quedan muchos árboles que molestan a los vecinos. Según la concejala de Medio Ambiente, María Teresa González, para dar una solución a esta situación, este año la poda de árboles ha comenzado por esta barriada --en la calle Islas Cíes-- pero ha tenido que detenerse porque los árboles aún no habían comenzado a soltar sus hojas. "Canal de Isabel II --empresa encargada de arreglar esa zona-- comenzó a podar allí pero tuvo que dejarlo porque al tocar las ramas caían todas las hojas a la vez y se atascaban los sumideros. Habrá que esperar hasta diciembre, cuando los árboles hayan soltado todas sus hojas", explicó la edil.

La idea del ayuntamiento es podar la mayoría de ellos y, en los casos en los que fuera necesario, cortarlos. "Si es necesario se cortarán, pero no se pueden eliminar porque si se quitan se arrancaría el suelo e incluso los cerramientos de los chalets. Ahora no hay presupuesto para hacer frente a todo eso", advirtió la concejala, María Teresa González. Ella incidió en que el gobierno local volverá a reunirse con los vecinos para buscar un consenso y decidir si finalmente se suprimen estos árboles: "No todos los vecinos quieren que se quiten los plataneros. Hay que satisfacer a todos", añadió la edil.