La plaza Mayor pudo ser anoche un teatro o un auditorio. El gusto por escuchar la música volvió a marcar la segunda noche consecutiva de conciertos al aire libre del festival Play! Cáceres, que tan buena acogida recibió en el estreno del viernes. La temperatura agradable, la ausencia de ruidos y la atención que el público prestó a los artistas volvieron a demostrar que sí, que es posible un festival donde las canciones no tengan que luchar contra enemigos como el botellón , los cristales rotos y el hedor a orín. Y es que las pocas horas de vuelo de Play! Cáceres han servido para devolver a la memoria de los más veteranos aquellos festivales medievales que, en la década de los 80, engancharon al público porque eran música por la música.

Si en la noche del viernes fue fácil y agradable ver cómo los espectadores de diferentes edades disfrutaban a la carta con Raimundo Amador, Javier Conde o Orishas, el arranque del sábado con la fusión de los portugueses Terrakota no le fue a la zaga. De nuevo, como si asistieran a una fiesta popular, los padres disfrutaban de los ritmos fusionados de la banda de Lisboa con sus hijos, junto a jóvenes y mayores. Y no hizo falta más alcohol que el que servían en envases de plástico los bares de la plaza Mayor, reivindicando el derecho a escuchar música tomando una copa.

A diferencia de la apertura, y quizá porque el horario de los conciertos de Terrakota y Pablo Guerrero coincidió con el fútbol en televisión, los dos escenarios de la plaza Mayor no registraron un mayor afluencia de público que en la jornada inaugural con Raimundo Amador y Javier Conde. A pesar de ello, la producción del evento calculó anoche que 6.000 espectadores habían acudido a la cita con Terrakota y más de 2.000 personas escucharon al cantautor extremeño de Esparragosa de Lares, que ofreció en la capital cacereña el último concierto de la gira Plata , antes de la salida en enero próximo de su nuevo disco. Fiel a su apuesta por mezclar música y poemas, Pablo Guerrero hizo del escenario del Foro de los Balbos un cafetín de noche donde aprender a escuchar.

IDENTIDAD PROPIA El sonido durante las canciones de Terrakota cumplió con creces. Un paseo por distintas zonas de la plaza Mayor permitía escuchar con nitidez al grupo luso con la espectacular portada del Arco del Estrella detrás del escenario principal, uno de los principales reclamos para que este festival tenga identidad. Su ubicación fue criticada ayer por algunos espectadores a este diario por ser solo perfectamente visible para los que había logrado un sitio en la bandeja central de la plaza Mayor. Su iluminación y la carpa orbital y transparente contribuyeron también a poner en valor la puerta de entrada a la ciudad monumental en los conciertos.

Mezclada entre el público durante la actuación de Terrakota, la consejera de Cultura y Turismo, Leonor Flores, hizo anoche un balance positivo del arranque del festival, destacando la afluencia de público a los conciertos del viernes y el buen funcionamiento en general de los dos escenarios. Flores defendió la ubicación de ambos para aprovechar la riqueza del conjunto monumental de Cáceres y se mostró satisfecha por la calidad de sonido del certamen. La titular autonómica de Cultura y Turismo ha prometido no perderse ninguno de los conciertos del festival financiado íntegramente por su departamento. Junto a ella, también asistió el director general de Promoción Cultural, Javier Alonso de la Torre, que hizo hincapié en el formato del festival y la respuesta del público en la primera jornada.

De nuevo, como ya sucedió el viernes, los espectadores buscaron acomodo en los soportales de la plaza para disfrutar de la música en directo. Algunos lo hacían durante el concierto de Terrakota bebiendo en vasos de plástico que habían sacado antes de bares. Era el momento de disfrutar de la música y aprovechar la suave temperatura de la plaza.

EL BROCHE Pasadas las 22 horas, el entorno de las calles del festival ganaba público en las terrazas, atraído por la agradable noche de octubre en la capital cacereña. A Play! Cáceres le faltaba el broche final a su primer fin de semana con Noa en el escenario principal a partir de la medianoche, donde la cantante israelí comenzó su concierto ante más de 7.000 espectadores, según la estimación ofrecida las 00.30 horas por Gestión Ibérica, responsable de la producción.

Recién llegada de León, donde había cantado el pasado viernes, Noa tenía previsto ofrecer anoche un repaso de sus éxitos y los temas de su último disco, Genes and jeans , que da nombre la gira que mañana concluirá en Cartagena con solo tres actuaciones en España. Noa puso en Cáceres el alma sensible a la segunda noche de un festival que ha logrado enganchar en su primer fin de semana y al que aún le restan otros tres más de trayectoria en el casco histórico durante este mes, ojalá que también intensos de música.