Durante estos días, con la celebración de un torneo del circuito World Pádel Tour, un debate de carácter cíclico ha vuelto a Cáceres. ¿Está bien que su joya de la corona urbanística, su plaza Mayor, cambie su fisionomía por mor de la instalación de unas estructuras para la celebración de un acontecimiento del tipo que sea?

De nuevo hay opiniones para todos los gustos, de nuevo se ha generado cierta controversia. "A mí no me gusta; esto afea lo más bonito que tenemos en esta ciudad" o "aquí nos quejamos de todo, hasta cuando bien buenas cosas. Los cacereños somos así, qué le vamos a hacer". Las dos contrapuestas versiones fueron recogidas en el plazo de apenas un par de minutos mientras se procedía a la instalación de la estructura del torneo, considerado el mejor de los que se desarrollan en el mundo.

En los dos próximos años el Teatro Romano de Mérida y la Plaza Alta de Badajoz acogerán el acontecimiento. El elemento distintivo que presenta Extremadura, en contra de lo que sucede con la mayoría de sedes del World Pádel Tour, es que los torneos se celebran en marcos únicos, distintos a la frialdad de los pabellones. La Junta de Extremadura, principal patrocinadora, argumenta que incluso se ha abaratado traer los eventos a la región por desarrollarse en espacios únicos y favorecedores del espectáculo.

Durante las pasadas Navidades hubo más protestas con la instalación de una carpa para patinaje sobre hielo. Las críticas fueron, en este caso, más punzantes. En el torneo de pádel no se perciben tantas y se podría afirmar --aunque ni mucho menos científicamente-- que la idea ha sido generalmente bien recibida, aunque echar un vistazo a los comentarios en la web de este diario pueda parecer lo contrario.

En realidad, el debate sobre la plaza Mayor siempre está presente. Que si con coches; que si la bandejina ; que si las terrazas; que si los botellones... parece éste un tema cíclico. "Antes era un garage; después un sitio para el macrobotellón...", dice el veterano Jacinto Cortés mientras pasea y, con cierto halo de sorpresa, echa un vistazo a las impresionantes gradas metálicas que pueblan el ágora por excelencia de Cáceres.

De momento, la plaza Mayor tiene más capacidad para albergar público desde la última remodelación. El Sistema de Información Geográfica (SIG) del Ayuntamiento de Cáceres realizó hace un par de años un cálculo, que eleva a 14.000 el número de personas que pueden confluir al mismo tiempo en este espacio, tras su renovación y la eliminación de la bandeja central.

Hasta entonces se ha venido calculando una capacidad en torno a 6.000 personas. El torneo de pádel tendrá un escenario capaz de reunir a 3.000 aficionados. Cifras y cifras, entornos y entornos. La procesión de El Encuentro fue el primer evento que prácticamente llenó la plaza Mayor tras su reapertura, y entonces se estimó una afluencia de 7.000 personas, ya que buena parte del espacio estaba abarrotado y la popular bandejina se había suprimido.

Ese análisis fue por el equipo del SIG, que obtuvo una medición de la plaza de 7.000 metros cuadrados de espacio para albergar al público. Si se aplica la tónica de dos personas por metro cuadrado en espectáculos y encuentros similares, el cálculo es bastante claro: 14.000 personas. Después se tendría que restar la superficie ocupada en cada caso por los montajes.

Ahora el espectáculo exige un modelo propio. El escenario abarca la mayoría de la plaza. Desde hoy se entra en la fase definitiva. Lo que nadie puede negar es que el torneo deportivo no puede tener mejor enclave: la plaza Mayor de Cáceres es única. ¿Idónea? ¿Rompedora de esquemas? ¿Atentatoria contra el patrimonio? Quién sabe quién tiene la razón. Pero ahí está, patrimonio... del pádel.