Las obras de remodelación de la plaza Mayor entran desde hoy en la fase decisiva con la ampliación del perímetro del vallado hasta los soportales, que quedarán como único corredor de paso para los peatones hasta que en marzo del 2011 termine la reforma, según el plazo anunciado por el ayuntamiento.

La medida supondrá también la retirada de las terrazas de los establecimientos, que no podrán utilizar los soportales para mesas y sillas y se verán obligados a esperar a que finalicen las obras para poder volver a colocarlas, con una nueva imagen en el diseño del mobiliario y los toldos.

Pero para que la remodelación sea una realidad, Placonsa, empresa adjudicataria de la actuación, tiene por delante aún cinco meses de trabajo para culminar la transformación de la plaza Mayor después de que las obras se iniciaran en febrero de este año. Entre los cambios más significativos figura la nueva colocación del pavimento de piedra que, en forma de bóveda, recorrerá de arriba a abajo la lengua central del recinto histórico con una superficie de alrededor de 4.000 metros cuadrados.

"Queremos recrear una bóveda corrida extremeña y la idea de la plaza como el salón de la ciudad", explica Antonino Antequera, uno de los tres arquitectos del proyecto, que destaca la "singularidad" de este tipo de construcción en Extremadura. Este experto precisa que se ha optado por un material que no coincidirá con el granito blanco Cáceres que se colocará en línea con los soportales, espacio previsto para los veladores.

Para dibujar la bóveda se utilizará un tipo de piedra denominada Cenia, que proviene de la zona del sur de Tarragona y norte de Castellón, muy utilizada en pavimentaciones y con una tonalidad "amarillenta, color ocre dorado, que entona bien con el granito nuevo que se colocará y con el envejecido de los edificios". Antequera confirma que será la primera vez que esta clase de material se incorpore a una de las plazas de la capital cacereña.

El arquitecto aclara que la colocación del pavimento en forma de bóveda no supondrá la corrección del desnivel de la plaza. "Es una plataforma única, ligeramente inclinada y siguiendo la pendiente natural del terreno. Al principio se dijo que se iba a nivelar la plaza y eso es un disparate", subraya. Antequera añade que, cuando esté acabada, la superficie será "continua, uniforme, plana y lisa, acorde con el juego que dan los acabados del pavimento". No está previsto instalar iluminación en el suelo.

LOS HOSTELEROS Mientras tanto, los hosteleros ya han comenzado a retirar toldos y mobiliario ante el inminente avance de los trabajos. El primero en hacerlo fue el restaurante Torre Bujaco el pasado jueves. Desmontó el velador y almacenó las 40 mesas y sillas de su terraza. "No sé qué va a pasar ni a qué atenerme", aseguró el hostelero Rafael Arnaiz, que teme que su negocio quede "aislado" por la ampliación del perímetro del vallado hasta los soportales. Hoy tienen previsto hacerlo otros establecimientos, que han apurado hasta el último momento para aprovechar el buen tiempo del fin de semana.

En el caso de Torre Bujaco, situado en uno de los extremos de la plaza, será necesario recorrer todos los soportales para llegar hasta la puerta. "Pasará menos gente todavía", lamenta Arnaiz, que se plantea cerrar en enero para mitigar pérdidas. "Se podía haber acabado antes si hubiera más gente trabajando", dice.