Miembro del Hogar de Mayores

Desde su pasado más remoto, la plaza Mayor se conserva con mucho mimo y su centro es lugar de recreo para muchas personas para pasear como si de un parque se tratara. Es una conjunción industrial, comercial y de diversión, rodeada en su entorno por los célebres portales y magníficos edificios en su refinada arquitectura de antigüedad que le dan un aire de monotonía suponiendo el duro precio pagado en la añoranza de hermosura y perfección.

Su centro ha sido restaurado recientemente con baldosas e hileras de bancos en todo su entorno; por las mañanas en la plaza, el bullicio es mucho mayor por ser costumbre de reunirse las personas mayores para disfrutar del aire, del sol y de la vista tan impresionante que su entorno contiene. Sin embargo, no todo es gloria en la plaza Mayor y en su entorno, también hay penas --y grandes--. Las industrias y los comercios tienen que ir cerrando sus puertas porque los clientes no pueden llegar en coche a la plaza para hacer sus compras por falta de aparcamientos, y muchas personas mayores con minusvalía o problemas de andar, no pueden ir al hogar del pensionista de la plaza Mayor, por tan restringidas plazas de aparcamiento.