La plaza Mayor de Cáceres es el lugar elegido para colocar siete grandes letras de hormigón de color amarillo en tres dimensiones que forman el nombre de la ciudad, el cual se podrá leer por los dos lados, y que supondrá un nuevo recurso turístico para que los visitantes puedan hacerse fotos que identifique a la imagen de la capital cacereña, tal y como sucede ya en otras ciudades españolas o europeas.

El proyecto de las arquitectas cacereñas Elena Gil Fernández y Carolina Gil Rojo ha sido el elegido por el jurado del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica, entidad que había convocado el proyecto de ideas, por entender que es el que aporta más innovación en las formas y el material, además de favorecer la interactividad con las personas.

Las letras en forma de cubo, que pesarán 2.500 kilos cada una y miden 90 centímetros por cada lado, se colocarán en el plazo de unos dos meses y se ubicarán en principio en la plaza Mayor, pero se pueden mover y transportar a otros lugares o, por motivos de seguridad, retirarlas cuando se celebre algún acto multitudinario como el festival Womad o la Semana Santa.

Todos los detalles han sido presentados este viernes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres con la presencia de las creadoras del proyecto, acompañadas por el director general de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, Francisco Pérez Urban, y la alcaldesa de la ciudad, Elena Nevado, representando a dos de las instituciones que conforman el consorcio y al que también pertenece la Diputación Provincial de Cáceres.

Nevado ha explicado que al concurso de diseño, fabricación y montaje del icono en 3D con el nombre de Cáceres dotado con 21.000 euros, se han presentado 16 proyectos "todos de gran calidad" pero el jurado del concurso ha elegido el de las dos jóvenes arquitectas por su "originalidad" al utilizar elementos no habituales y porque permite una "gran interactividad" con turistas y cacereños.

"El proyecto es un ejemplo de creatividad e innovación que se adapta a los nuevos tiempos", ha dicho la alcaldesa, que ha explicado que el objetivo es que este nuevo recurso se convierta en "una seña de identidad de la ciudad".

Almenas amarillas e iluminadas

Un rasgo peculiar de este proyecto es, según han explicado sus creadoras, que la forma de la letra pretende emular la robustez de las almenas de la muralla cacereña, en sintonía con el patrimonio arquitectónico de la ciudad, y que el nombre de la ciudad se puede leer por ambos lados, ya que tanto por delante como por detrás del icono se forma la palabra Cáceres.

Además, en los huecos mechinales de cada letra se colocarán bombillas tipo led para que por la noche el icono quede iluminado y resalte en la oscuridad. En cuanto al color elegido, el amarillo, han explicado que en principio se barajó el gris pero las letras no resaltaban con el fondo de la ciudad monumental cacereña y que, finalmente, se ha optado por el amarillo al ser un tono poco utilizado en estos elementos y por su luminosidad.

A este respecto, el director general de Patromonio Cultural ha señalado que la idea ganadora comparte elementos con el patrimonio arquitectónico de la ciudad pero no compite con él, ya que, el objetivo de esta iniciativa es "vender" la imagen de la ciudad para que gane peso a nivel promocional de marca.

Pérez Urban ha indicado que, desde el Gobierno regional, no se descarta impulsar esta iniciativa de creación de un gran icono tridimensional con caracteres tipográficos para otras ciudades extremeñas.

Una vez resuelto el concurso de ideas ahora toca construir las letras, algo que llevará a cabo el constructor Agustín Fondón y después hay que trasladarlas y colocarlas en la plaza Mayor, algo que podría ocurrir en el plazo de unos dos meses, por lo que este verano los turistas que lleguen a Cáceres ya podrán hacerse la foto en este nuevo elemento de mobiliario urbano.