El pleno del Ayuntamiento de Cáceres dio ayer luz verde a una de las medidas más ansiadas por el barrio de Aldea Moret: la solución al bloque C de la calle Ródano, el más marginal y conflictivo de toda la ciudad. El edificio dispone de 48 viviendas, aunque en él únicamente residen 21 familias en condiciones legales --es decir, tuvieron acceso al piso social de forma legal-- y el resto lo hacen de forma ilegal, o sea, entraron en él a través del método de la patada en la puerta o incluso por contratos de compra venta fraudulentos.

La medida de ayer faculta a la alcaldesa a acometer el primer proceso del desalojo, y que se centra en nueve familias. De forma inminente se extinguirán con ellos los contratos de compra venta del bloque C y se firmarán las escrituras de sus nuevas viviendas, repartidas por el barrio: bloques A y B de la calle Ródano, calle Tíber y plaza Primero de Mayo. Esos pisos, también de propiedad municipal, han sido debidamente reformados. Tras esta primera fase, se iniciará la segunda, que afectará al resto de propietarios legales hasta cumplir los 21 que forman el total. Con ellos se seguirá el mismo procedimiento. En tercer lugar se contactará con las familias ilegales y se buscará una solución para todos. Finalmente el bloque se cerrará y se destinará a usos administrativos, aún por determinar, pero nunca a viviendas.

Este fue uno de los asuntos claves de un pleno en el que también se abordó el cambio de nombre de las siguientes calles franquistas: 18 de julio por Cayo Norbano Flaco, General Varela por Río Elva y Héroes de Baler por Cruz Roja.

Fue una sesión polémica por las mociones que presentó el grupo popular, y que fueron desestimadas. Ello extendió el pleno (en las dos primeras mociones: una demandando un centro integral de la tercera edad y otra pidiendo agilidad en el Ave, se emplearon más de 80 minutos de debate inerte). Y eso sí, se puso una vez más sobre la mesa la delicada situación económica del ayuntamiento.