No existe ningún nivel, por mínimo que sea, que pueda considerarse seguro en la ingesta de plomo porque sencillamente el organismo no lo tolera. La legislación española establece un umbral máximo de 10 microgramos/litro. La Organización Mundial de la Salud recomienda evitarlo. Sin embargo, dentro de algunas casas de la Ciudad Monumental su presencia en el agua llega a 80 y hasta 122 ug/l. Todo ha salido a la luz a raíz de un cambio de contador realizado por un vecino en febrero, cuando descubrió que la acometida que llegaba desde la general era de plomo. Dio aviso a la Asociación de Vecinos de la Ciudad Monumental y hoy más de 160 viviendas están pendientes de análisis. En otras ya se conocen algunos resultados inquietantes.

A raíz de estos hechos, la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de Cáceres ha presentado una instancia al ayuntamiento a través del registro general, para solicitar que se realicen analíticas en el agua de las barriadas con más de 25 años de existencia (buena parte de la ciudad), y que los resultados se expongan en el Portal Municipal de Transparencia. En 1980 se prohibió utilizar plomo en las conducciones de agua por sus riesgos para la salud, pero muchas redes son anteriores a esa fecha. «Santa Lucía, Llopis, San Blas, Aguas Vivas... Hablamos de zonas antiguas, y hay más. La gente está preocupada por la composición de las tuberías, la desconocemos», explica José Alberto Iglesias, responsable de la agrupación. Algunos presidentes se han puesto en contacto directo con él, «porque los vecinos están inquietos».

Desde el colectivo consideran que los análisis contribuirán a mitigar el alarmismo que existe si dan negativo, «o bien obligarán a tomar las medidas oportunas cuanto antes, pero en todo caso el tema es serio, no se puede demorar por el bienestar de todos», afirma José Alberto Iglesias.

Francisco Javier Moreno, presidente de Santa Lucía, confirma que hace unas semanas estuvo Canal de Isabel II revisando el suministro a la sede de la asociación vecinal, «y cuando abrieron la acera, la tubería era de plomo». Pide «prioridad» en este asunto y que los técnicos comiencen revisando los barrios más antiguos, «porque es de lógica», matiza. «En Santa Lucía necesitamos conocer la composición de las tuberías que llevan el agua a las casas, pero también que las arreglen, porque la falta de presión impide que se enciendan hasta las calderas. Están tan obstruidas que necesitan una solución», detalla.

Desde la asociación Llopis Ivorra-Espíritu Santo lanzan el mismo mensaje. «Queremos saber si hay plomo en el agua y cómo son las tuberías, es una prioridad, la gente lo comenta, estos barrios tienen redes antiguas», subraya el presidente, José Antonio Ayuso. Por todo ello, la agrupación vecinal está pendiente de la respuesta del ayuntamiento, que espera que llegue lo antes posible.