Informática, inglés, tae-kwondo, clases de apoyo, esgrima, equitación, ballet... nada es suficiente para el niño del siglo XXI. El estudio del sociólogo cacereño Jesús Moreno alerta del "pluriempleo" al que tienen sometidos los padres cacereños a sus hijos, procurando que ocupen su tiempo de ocio más allá del ámbito escolar, con un intenso programa de actividades extras supuestamente "productivas".

El papel preponderante de la madre en el hogar y el creciente cuidado de los niños por parte de los abuelos, son otros de los aspectos que destaca este trabajo sobre la situación de los niños en el ámbito familiar, cuyas conclusiones fueron presentadas en una conferencia del Movimiento Junior con motivo del Día Mundial de la Infancia el fin de semana pasado.

"La escasez de tiempo que se dedica a los niños trata de compensarse a base de superprotección con dinero, regalos,... consumismo", concluye Jesús Moreno. Esto tiene un claro reflejo en el comportamiento infantil, por ejemplo, en la creciente importancia que tienen para ellos las marcas.

Despertar al sexo

A esa marquitis contribuye decididamente el elevado número de horas que pasan ante la televisión, lo que además tiene como consecuencia "un despertar cada vez más tempranamente a la sexualidad".

El tiempo libre del niño y los menores, en general, según Jesús Moreno, es vivido como "tiempo de consumo" con algunas consencuencias en el mundo de las relaciones sociales de este sector de la población: "El fenómeno de la pandilla amplia va desapareciendo, se reduce el número de amigos, con los que se comparte el tiempo libre en casa, en el jardín...". El niño del siglo XXI es, según este estudio, un consumista muy preparado pero más solitario.