El principal problema al que se enfrenta el gobierno local para la elaboración de los presupuestos de 2021 no es tanto poder disponer de los votos suficientes, faltan cuatro para llegar al mínimo de trece necesarios para tener mayoría en el pleno de la corporación, como contar con los ingresos corrientes necesarios. Es lo mismo que pasó para cuadrar las cuentas de este año, que se salvaron con la incorporación de tres millones de euros del impuesto de Construcciones y de un millón del canon por aprovechamiento urbanístico a pagar por la instalación de parques fotovoltaicos dentro del municipio de Cáceres.

El servicio de Intervención municipal ya ha advertido esta semana, con motivo de la supresión en 2021 de la tasa de terrazas, de la insuficiencia de recursos para hacer frente a los gastos del ayuntamiento (personal, bienes corrientes y servicios que presta el municipio, transferencias y subvenciones..., además de los intereses y la amortización de préstamos, aunque el coste de estos dos últimos será menor en 2021).

Esta situación no está provocada por esta tasa, con una incidencia menor en el cómputo global de la previsión de ingresos, sino porque de los impuestos y tasas municipales se recauda cada vez menos, o al menos lo mismo, desde hace años y los gastos, empezando por el de personal, crecen.

Los presupuestos locales tienen dos vías principales de ingresos corrientes. Uno es el IBI, en la liquidación del ejercicio de 2019 se recaudaron 19,8 millones, menos que en los dos años anteriores, aunque la recaudación ha mejorado en 2020, en el periodo voluntario se recaudaron 20,6 millones. Esto da un pequeño alivio. No obstante, las previsiones de los presupuestos se suelen calcular con el dato del último ejercicio liquidado y hasta mediados de 2021 el número que vale es el de 2019. El otro ingreso destacado es las cesiones que hace el Estado que a su vez depende de las previsiones para 2021 de las recaudaciones en el municipio de impuestos como el IRPR y el IVA.

El Impuesto de Bienes Inmuebles y la participación del ayuntamiento en los fondos del Estado son la base de los ingresos corrientes. Las recaudaciones de otras tasas son menores (la única destacada que es la de la basura y la limpieza viaria va para cubrir el servicio) y de otros impuestos no se puede prever recursos extras (el de Plusvalía se ha desplomado y el IAE y Vehículos se han estancado). Solo el de Construcciones puede variar, pero no todos los años se pueden incluir en los presupuestos previsiones millonarias de nuevos ingresos por grandes proyectos como las fotovoltaicas.

Se puede recurrir a un crédito, dado que el nivel de endeudamiento del ayuntamiento es muy bajo e incluso ahora hay más facilidades al haberse suspendido los objetivos de estabilidad y deuda y la regla de gasto, pero los ingresos por operaciones de crédito solo se pueden destinar a inversiones.

Los nuevos fondos que se pueden obtener de Europa, otra vía de ingresos, están condicionados a cumplir unos objetivos o fines, no pueden destinarse a cubrir cualquiera de los gastos corrientes, que es la principal necesidad que tiene el ayuntamiento. Ahora habrá buscar no solo votos, sino sobre todo de dónde rascar ingresos para cuadrar el presupuesto de 2021 o de dónde recortar.