Vecinos y comerciantes de la calle Colón amanecieron este miércoles con la feliz sorpresa de que una brigada municipal estaba podando los árboles del barrio. «Hacía tiempo que no se hacía y no veíamos a nadie de mantenimiento», asegura un empresario, que tiene su negocio en la zona desde hace 44 años. La actuación se produce un día después de que en este mismo diario los residentes mostraran su malestar por la suciedad y la aparición indiscriminada y reiterada de colchones junto a los contenedores de basura.

Esta última situación lejos de atajarse se repite y esta semana han vuelto a encontrarse nuevos jergones, no solo en Colón, también en la calle Arturo Aranguren, hechos que están poniendo en alerta a los cacereños que viven en estas zonas. El caso recuerda al de Torrevieja, aunque lógicamente salvando las distancias, donde se habla del misterio de los colchones. No es una exageración: hasta 9.100 se han recogido entre julio, agosto y septiembre de este año, más de 100 al día, en la ciudad alicantina. Un problema que molesta a los vecinos y desborda a los municipios de la Vega Baja por dos razones: son costosos de reciclar (alrededor de 40 euros) y no hay ningún vertedero en toda la comarca, solo un ecoparque en Torrevieja que está saturado, según publica el diario El País.

«La calle está muy sucia, sobre todo de heces de perros por el poco civismo de sus dueños. Pero también tenemos un problema con los contenedores de basura, La gente tira de todo y empieza a ser problemático el asunto de los colchones, palés y muebles que se arrojan a la vía pública. Debería adoptarse alguna solución», esgrime otro comerciante.

Las quejas por la situación que atraviesa la calle Colón se repiten desde hace un año. Los residentes han exigido al Ayuntamiento de Cáceres un plan de acción, especialmente de limpieza y mejora de los acerados.