El joven imputado por arrebatar presuntamente la pistola a un policía local, apuntarle a la cara y apretar el gatillo (el arma no estaba montada, y por tanto no había bala en la recámara), se encuentra en la cárcel tras el auto dictado por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Cáceres, que ha decretado prisión provisional y sin fianza. No obstante, la abogada que ejerce la defensa del joven ha decidido recurrirlo al observar contradicciones en las declaraciones. El policía, por su parte, resolvió ayer presentarse como acusación particular y su letrado acudirá hoy al juzgado para hacerse cargo del caso.

El suceso tuvo lugar en la madrugada del domingo. Aunque el joven policía, Francisco R. I., no facilitará su relato de los hechos hasta que su abogado se ponga al corriente de la causa, tampoco desmiente las primeras versiones que han trascendido, es decir, que el ladrón, Isaac C. A., fue perseguido hasta la calle Ródano tras robar en un bar del centro, que el agente le dio alcance en varias ocasiones y tuvo enfrentamientos físicos con el caco para intentar reducirle, y que en una de las refriegas éste le arrebató la pistola y apretó el gatillo, aunque el arma no estaba montada, el policía consiguió apartarle y la recuperó.

TRES PRESUNTOS DELITOS De hecho, el auto del juez considera que existen indicios de tres delitos: homicidio en grado de tentativa, atentado y robo con fuerza, de ahí su traslado al centro penitenciario. Sin embargo, la abogada del Isaac C. A., Purificación García, afirma que existen algunas contradiciones y recurrirá el auto de prisión. Para ello se basará en el relato de los hechos ofrecido en la mañana de ayer ante el juez por la compañera de patrulla del policía local, que presenció lo ocurrido.

Según la abogada, la versión de esta agente se contradice con algunos puntos recogidos en el atestado, especialmente porque ayer no pudo asegurar cuál de los dos, si el ladrón o el policía local, apretó por primera vez el gatillo en la refriega. "Supone que fue el detenido, pero no lo pudo confirmar plenamente", explica la letrada. De hecho, Isaac C. A. sostuvo el lunes ante el juez, durante su declaración, que no le quitó el arma al agente local en ningún momento, que oyó un disparo al aire cuando le redujeron (ambas partes sí admiten que el segundo disparo lo realizó el policía) y le tumbaron en el suelo, y que le apuntaron con una pistola para que no volviera a intentar huir.

Por tanto, según la abogada, ayer no quedó claro que su defendido apretara el gatillo, "de modo que no están probados los dos delitos más graves que se le imputan y por los que sigue en la cárcel, y sí el tercero, robo con fuerza. Por todo ello, su estancia en prisión parece un poco desproporcionada después de lo visto. Vamos a recurrirla", señaló. La letrada agregó que el joven tiene una causa pendiente también por robo, pero aún sin sentencia, por lo que tampoco presenta ningún antecedente.

HABIA TOMADO DROGA Todavía no se han practicado todas las diligencias del caso, ya que el policía aún no ha sido llamado a declarar. Por su parte, la abogada defensora confirmó ayer que alegará como atenuante el consumo de droga, puesto que el joven había tomado medio gramo de heroína y cocaína cuando se desencadenaron los hechos.

Todo comenzó a las dos de la madrugada del domingo al recibir la policía un aviso de robo y localizar al caco en su huída. Este suceso ha vuelto a levantar la polémica de las competencias policiales, ya que la jefatura local cubre casos y delitos que no le corresponden y para los que sus agentes no están preparados, según declaró el lunes el concejal de Seguridad, Santos Parra.