Los ruidos también molestan el día de Nochebuena, aunque la fiesta sea por la mañana. El pasado 24 de diciembre la centralita de la Policía Local recibió también denuncias de vecinos que se quejaban por la música y por las concentraciones de personas bebiendo en la calle. No se llegó a denunciar a nadie pero sí se obligó a los propietarios de los locales de varias zonas de la ciudad a bajar la música. También se apercibió a los clientes que se encontraban en la calle con sus consumiciones. El ayuntamiento sí asegura que no se llegó a poner ninguna denuncia pero no confirma a cuántos locales se inspeccionó. Este diario ha comprobado que al menos acudió a cuatro, ubicados en San Blas, Mejostilla, Casa Plata y Santa Joaquina de Vedruna.

Las cañas del día de Nochebuena cada vez son más multitudinarias. De hecho el ayuntamiento, por seguridad y para facilitar la celebración de la fiesta, concede autorización para cerrar al tráfico la calle Doctor Fleming. Este año además esta medida se ha ampliado a la plaza de Albatros y a la calle Gómez Becerra (estas mismas zonas tendrán también restringido el acceso de vehículos el día de Nochevieja). Y muchos de los locales aprovechan para desarrollar actividades especiales, pero la presencia policial restó clientes. En el caso del establecimiento de Casa Plata los propietarios habían contratado a un dj para esa jornada. Un vecino llamó a la policía por el ruido de la música y la policía les obligó a bajarla. «Era la una del mediodía y me obligaron a cerrar la ventana y a bajar la música. Lógicamente ya no era lo mismo y muchos clientes se marcharon, pero al dj había que pagarle», se queja el responsable.

MÁS DENUNCIAS / Lo mismo le ocurrió a otro bar de la avenida de San Blas. Tenía música en su interior, algo extraordinario por estas fechas, pero también fue denunciado por un vecino. La policía actuó de igual manera: le obligó a cerrar las ventanas, a bajar el volumen y a cambiar la orientación del altavoz para que la música se proyectara lo menos posible a la vía pública. «Había mucha gente en la calle y había puesto dos mesas para que no dejaran los vasos en el suelo, pero también me obligaron a quitarlas», afirma el dueño. «Pusimos música para que hubiera ambiente de Navidad pero parece que aquí en Cáceres no se puede hacer nada», añade. De hecho, desde la asociación de vecinos le han incluso agradecido la iniciativa de la música que amenizó la barriada. En cambio hubo a quien no agradó.

En otras zonas lo que molestaba era el ruido de la calle. La cantidad de personas que se concentra este día hace imposible que los clientes quepan dentro de los establecimientos, por lo que en la mayoría de los sitios la fiesta se traslada a la vía pública. En Santa Joaquina de Vedruna y en Mejostilla la policía obligó a la gente que consumía fuera de los locales a hacerlo en el interior. También hubo quejas vecinales por la suciedad acumulada en la plaza de Albatros (es la primera vez que se cierra al público este día y la gente aprovechó para hacer botellón) y en la plazoleta de los Maestros, una zona de cañas en Nochebuena por excelencia. A estas denuncias se une la retirada del mercado, por parte de la Guardia Civil, de casi 9.000 artefectos pirotécnicos de locales que no tenían autorización para su venta al público.