La Policía Local coge in fraganti a tres jóvenes cuando estaban llenando de pintadas la pared de las pistas deportivas de la calle Batalla de Salado, en plaza de Italia.

Según informa el ayuntamiento, los hechos ocurrieron la semana pasada, cuando tres jóvenes, de 18 años, se encontraban en este espacio deportivo por la noche realizando los grafitis. Habían pintado tanto imágenes como firmas. Durante la actuación policial se les intervinieron un total de nueve botes de espray con los que habían realizado su hazaña.

Una vez conocidos los hechos, se presentó una denuncia ante el juzgado puesto que, según indica el consistorio, «no son admisibles este tipo de actitudes que atentan contra los bienes de todos los cacereños, como son las pistas deportivas».

Tras la reforma del Código Penal, los grafitis artísticos han sido completamente despenalizados y este tipo de pintadas vandálicas también han salido del ámbito penal para quedarse en el ámbito civil. Por tanto, el autor puede ser acusado de un delito leve o menos grave y responder por los perjuicios causados. Debe ser el juez el que valore si se trata de una pintada o de un dibujo artístico. Una pintada vandálica puede ser castigada de acuerdo a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana con una sanción económica.

Las pintadas son un asunto de importancia para el gobierno local. Su presencia es una de las principales de quejas de vecinos y comerciantes, que exigen que se ponga una solución al problema. Este verano desde el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica se llevó a cabo un proyecto para adecentar las fachadas de la ciudad monumental. Se limpiaron en total doce calles con un presupuesto de 9.000 euros. Es la segunda campaña de estas características que se lleva a cabo en la capital cacereña, la anterior se realizó durante el año 2015, cuando se gastaron en la limpieza cerca de 12.000 euros.

A parte de esta actuación el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica creó un plan específico para poner fin a este tipo de pintadas, que tiñen gran parte de las fachadas de la ciudad. Así el proyecto incluía también aumentar la vigilancia para cazar a los grafiteros y sensibilización y concienciación en los centros educativos para explicar el daño que causan estos actos vandálicos y las consecuencias que conlleva su realización para los autores.