La Policía Nacional procedió a la detención del cura de Arroyomolinos el pasado viernes por un presunto delito de exhibicionismo y provocación sexual contra un menor. Según han indicado a este diario fuentes de la investigación las pesquisas comenzaron el pasado mes de marzo, aunque los hechos fueron presuntamente cometidos cuando el sacerdote ejercía en la capital cacereña, es decir, con anterioridad a octubre del 2014, cuando fue destinado a Arroyomolinos.

En la ciudad de Cáceres ejerció como vicario parroquial de la iglesia San Pedro de Alcántara y celebraba misas de difuntos en el tanatorio. Después fue el capellán de la residencia geriátrica Ciudad Jardín. En ninguno de los casos su trabajo estaba directamente relacionado con niños.

La investigación comenzó a raíz de una denuncia recibida en la comisaría provincial, que terminó con la detención de este sacerdote acusado de un presunto delito contra la libertad sexual de los menores. Según se ha podido confirmar después este delito habría sido cometido solo contra un menor de la capital cacereña. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Cáceres, encargado del caso, ha decretado el secreto de sumario. De hecho ni siquiera han trascendido los delitos concretos que se le imputan. Las investigación continua por si hubiera alguna otra víctima menor de edad.

El sacerdote pasó las noches del viernes y del sábado en los calabozos de la comisaría provincial. Fue trasladado hasta allí después de ser detenido en la casa parroquial de la localidad de Arroyomolinos. La policía necesitó la colaboración de un matrimonio del pueblo, que tenía llaves de la vivienda, para poder entrar, ya que el párroco, que estaba dentro de la casa, se negó a abrirles.

EL LO NIEGA TODO El pasado domingo pasó a disposición de la autoridad judicial. Estuvo declarando durante más de tres horas, tiempo en el que negó los hechos que se le imputan. Después fue puesto en libertad sin fianza con la obligación de comparecer en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes --tanto el Ministerio Fiscal como el abogado encargado de su defensa solicitaron que se le dejara libre--.

Como medida cautelar el juzgado también acordó una orden de alejamiento del sacerdote sobre dos personas, que son sus víctimas. Solo una de ellas es menor de edad, contra la que habría presuntamente cometido delitos contra la libertad sexual. La otra persona es mayor de edad y contra ella habría cometido delitos de otra índole que, por el momento, no han trascendido. Ninguna de las partes confirma las distintas hipótesis que se barajan al estar el caso aún bajo secreto de sumario y en una fase muy inicial de la instrucción.

En cualquier caso los delitos por los que la policía detuvo al sacerdote deberán ser comprobados y confirmados ahora por el juzgado que instruye la causa. Además se investigan otros delitos que presuntamente ha cometido el párroco y de los que se ha tenido conocimiento después de su detención por los agentes de la Policía Nacional el viernes.