La seguridad del edificio Embarcadero y su entorno, en el que se ubica el Garaje 2.0, pendiente de apertura, ha dejado de estar en manos privadas. Desde las 00.00 horas del pasado lunes, 1 de agosto, la policía local se encarga en exclusiva de velar por la seguridad de estos edificios municipales, cumpliéndose así lo anunciado el pasado 15 de julio por Valentín Pacheco, portavoz de Gobierno y responsable de la Concejalía de Seguridad.

Pacheco informaba entonces de que la junta local de gobierno celebrada ese día había ratificado la decisión de suprimir la vigilancia privada del edificio embarcadero y ponerla en manos de la policía local a partir de agosto. Y así se ha hecho, "desde las doce de la noche del lunes la zona está ya vigilada por agentes de la policía local, cuya presencia es permanente, pues como ya se anunció el edificio embarcadero y sus alrededores estarán vigilados las 24 horas del día, por dos agentes en cada turno", indicaba ayer a este diario el concejal Jorge Carrasco, en nombre de Valentín Pacheco, que se encuentra de vacaciones.

Con la llegada de los agentes desaparece la seguridad privada, lo que supondrá para las arcas municipales un ahorro anual de algo más de 141.000 euros, cantidad que el consistorio venía pagando, por la vigilancia del edificio Embarcadero, a la empresa de seguridad que tiene el contrato del mantenimiento y vigilancia de las dependencias municipales y los colegios.

Pero la decisión de suprimir la vigilancia privada en este edifico y su entorno y ponerla en manos de la policía local "no se ha basado solo en una cuestión económica, que sí es muy importante en estos momentos, sino también en cuestiones de mayor seguridad", señaló Carrasco.

Que la policía local se hiciera cargo de la vigilancia del Embarcadero fue un acuerdo que se adoptó "por considerarlo más eficaz" ante los problemas de seguridad que se habían empezado a apreciar en la zona, "que aunque eran más que nada pequeños actos de vandalismo estaban generando malestar en las empresas ya instaladas allí y también en las interesadas en instalarse, que se mostraban preocupadas por la posible inseguridad de sus instalaciones y material".

Con el paso de la vigilancia de manos privadas a la policía local "consideramos que hay una clara mejora de la seguridad, que para empezar se dota de más personal, pues antes estaba en manos de un solo vigilante y ahora contará como mínimo con dos agentes".