El pasado miércoles, sobre las siete y media de la mañana, era detenido por la Policía Local de Cáceres el individuo que protagonizó una peligrosa huida el pasado mes de noviembre tras saltarse un control policial. Sobre el individuo pesaba una orden de detención e ingreso en prisión emitida por el Juzgado de lo Penal número 1.

El hombre, que responde a las iniciales J. A. G. M., fue detenido cuando viajaba en un vehículo en compañía de otras personas en las inmediaciones de la finca de El Pradillo, situada en la carretera de Mérida, muy cerca de Valdesalor. El cuerpo policial había tenido noticia de que este individuo podía estar realizando trabajos de albañilería en la citada finca y montó un dispositivo para garantizar su detención.

El vehículo en el que viajaba fue interceptado por agentes del cuerpo, que identificaron y detuvieron al prófugo. Posteriormente fue trasladado a la comisaría de la Policía Nacional, donde fue custodiado hasta su ingresó en prisión. El resto de las personas que viajaban con él fueron identificadas pero no detenidas porque ninguna de ellas estaba reclamada por la justicia.

LOS ANTECEDENTES El dispositivo montado por los agentes de la Policía Local de Cáceres no dio opción a que el prófugo huyera ni opusiera resistencia. Participaron agentes de la Unidad Operativa, de la Unidad de Mediación Social, de la Patrulla Verde y del Grupo Especial de Seguridad.

El pasado 17 de noviembre, este individuo fue noticia cuando huyó en una furgoneta tras saltarse un control policial. Tal y como reflejó este diario entre el 18 y el 20 de noviembre siguiendo la versión dada por la policía, en su huida la furgoneta puso en peligro a varios conductores y estuvo a punto de arrollar a uno de los agentes que le dio el alto. Los agentes realizaron cinco disparos a los bajos del vehículo en la zona que hay entre la glorieta de la carretera de Badajoz y el paso a nivel.

Cuando el prófugo llegó a Aldea Moret y desapareció, apareció en escena Alicia Pavón Rivas, una mujer embarazada que según fuentes policiales es la compañera sentimental del prófugo, que sería el padre de sus hijos. Afirmó que era ella la que viajaba en la furgoneta acompañada por sus dos hijos y que se saltó el control policial porque se puso nerviosa al estar conduciendo sin tener carnet. Posteriormente interpuso una denuncia contra los agentes que tirotearon la furgoneta.

El superintendente de la Policía Local, César García, confirmó ayer a este diario que esa denuncia no ha prosperado y que la investigación que ha llevado a cabo la Policía Científica sobre el uso de las armas que hicieron los agentes revela que los hechos se ajustaron a la versión dada desde un inicio por los miembros de la policía.

García manifestó asimismo que en su traslado a la comisaría, J. A. G. M reconoció que en la furgoneta no iban con él el día de la huida ni la mujer embarazada ni ningún niño. A las causas que tenía pendientes, el detenido tendrá que añadir la de un presunto delito contra la seguridad del tráfico y otro presunto delito por el intento de atropello de un agente de la policía.