Cáceres tendrá un arma nueva para luchar contra el tráfico de drogas. La Comisaría de la Policía Nacional ha creado una unidad específica de estupefacientes para intentar reducir la incidencia de este mercado ilícito en la ciudad, según anunció a este diario el nuevo comisario provincial, José Villar del Saz, que tomó posesión de su cargo a finales de mayo.

El nuevo grupo está integrado por cuatro miembros de la Policía Nacional: un subinspector, que lo dirige, y tres agentes. "De momento, creemos que con este personal es suficiente, aunque según se vaya generando la necesidad se incorporarán nuevos componentes", señala el comisario. De hecho, en los próximos meses el grupo estará dirigido por un inspector. La intención es que esto sea el "embrión", en palabras de Villar del Saz, de un operativo más amplio y estructurado en el futuro.

Es la primera vez que la comisaría cacereña se dota de un grupo exclusivo para este cometido. Aunque en ocasiones anteriores se han reforzado las líneas de investigación y actuación en este campo, hasta ahora no se había organizado una unidad de estas características. Villar del Saz considera que ha sido así "quizás por falta de personal" o porque antes podría haber otras prioridades.

GENERADOR DE DELINCUENCIA Sin embargo, tras su llegada a la ciudad y su larga experiencia como exjefe de una brigada de estupefacientes en la Unidad Central de Madrid, ha considerado la necesidad de centrar los esfuerzos policiales en la lucha contra el narcotráfico, ya que, a su juicio, "el tráfico de droga genera otra forma de delincuencia", apunta.

En este sentido, explica lo que es evidente en la calle, que el adicto a este tipo de sustancias tiene que suministrarse de ella y, si necesita dinero, robará una cartera o lo hará en un establecimiento. "Ya no es sólo el trapicheo en sí de hachís, cocaína, heroína u otras sustancias ilegales, sino toda la problemática e inseguridad ciudadana que lleva aparejado", reflexiona. De hecho, el tráfico de drogas es una de las principales preocupaciones de las asociaciones de vecinos, según el comisario.

La previsión inicial de la comisaría es que este nuevo grupo esté ya operativo esta misma semana. El comisario confirmó a este diario el martes pasado que el personal estaba ya seleccionado y que su incorporación sería "inmediata" para que pudiera comenzar a trabajar, en la medida de lo posible, "este mismo fin de semana".

DENUNCIAS VECINALES La misión de estos cuatro policías antidroga será la de erradicar los puntos negros del mercado cacereño en este terreno. Para ello, ya están recabando información de las denuncias presentadas por las asociaciones de vecinos por sospechas de venta de sustancias estupefacientes en locales o pisos de sus barriadas para empezar actuar. "Ya están tomando contacto --asegura el comisario--, recogiendo información de dónde están esos focos del menudeo y consumo, y será ahí donde más incidirán".

Las barriadas con concentraciones de locales nocturnos, como el entorno de la plaza Mayor y La Madrila, siguen siendo los puntos más conflictivos. La Policía Nacional ha desmantelado en ambas zonas varios puntos de venta de droga en los últimos años, tanto en bares de copas como en pisos particulares.

El problema también afecta a Aldea Moret, donde se tienen detectados, según los propios vecinos, varios narcopisos y también se han llevado a cabo algunas operaciones antidroga en la zona en los últimos años. Sin embargo, el comisario advierte de que Aldea Moret "no es el mercado de abastos de droga en Cáceres", sino que es una problemática que afecta a diversas áreas dentro de la ciudad. "Todas, o casi todas, las asociaciones de vecinos se quejan de lo mismo", destaca Villar del Saz.

La nueva unidad de estupefacientes vendrá a reforzar el trabajo desarrollado por el Plan Estratégico de Respuesta Policial al Tráfico de Drogas en Zonas de Ocio y Diversión, que se puso en marcha a primeros de este año y que ha hecho un especial hincapié en la vigilancia del trapicheo en el entorno de los centros escolares de la ciudad.