La Policía Nacional sigue la pista a los ladrones que el lunes atracaron la sucursal de Caja Duero situada en Los Castellanos, donde encañonaron a un cliente y una trabajadora para lograr sus propósitos. Según los últimos datos facilitados por la comisaría, se trata de dos individuos de 25 a 30 años, entre 1,75 y 1,80 metros de altura, uno de ellos con rostro anguloso y peluca, y el otro con cabello muy corto, entradas pronunciadas y barba de dos días. Los agentes continúan trabajando en las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad para lograr la mayor nitidez posible e identificarlos.

La comisaría también desveló ayer que el botín asciende a 30.000 euros (5 millones de pesetas) y que en el momento del atraco se encontraban en el local dos empleados y tres clientes. Justo a las 9.14 horas entraron los dos ladrones, uno provisto de pistola o revólver en la mano y el segundo con un arma corta en la cintura. Los cacos llegaron a la sala de operaciones, intimidaron a la trabajadora y a un cliente, y huyeron aprisa. Todo transcurrió con tanta rapidez que el director de la sucursal, en su despacho con dos usuarios, no se percató.

El uso de pistolas y su actuación a cara descubierta incitan a pensar que los atracadores no estaban vinculados con Cáceres, aunque la policía no quiso confirmar ayer ningún extremo. Los efectivos de la comisaría continúan practicando las investigaciones oportunas para su identificación y posterior detención.

ROBOS EN LOS FRATRES

Por otra parte, dos domicilios de la calle Luxemburgo (Los Fratres) han sufrido robos de joyas, pequeños electrodomésticos y otros objetos. Los cacos forzaron cerraduras y apalancaron las puertas.