La policía local precintó ayer un cíber situado en la calle Rodríguez Moñino por carecer de licencia de apertura, tras haber sido clausurado el lunes. El establecimiento estaba repleto de jóvenes en el momento del desalojo, que se produjo de forma pacífica. El local cuenta con 55 ordenadores y está regentado por una empresa cacereña.