El Cuerpo Nacional de Policía tuvo que actuar ayer con los indigentes tras ser reclamado por algunos ciudadanos que contactaron con la comisaría después de que observaran a un indigente vomitando junto al parque infantil que hay en el bombo de Cánovas. Aunque habitualmente es la policía local quien patrulla la zona, ayer la cosa se puso más fea porque los sin techo abandonaron Calvo Sotelo para instalarse junto al quiosco de la música, con lo que su presencia resultaba más llamativa y molesta. La actitud de los vagabundos indignó a los vecinos, que no dudaron en avisar directamente a la comisaría para que interviniera.

Desde la policía local se informó que ayer acudió a Calvo Sotelo de forma reiterada. Los indigentes estaban bebiendo sus cartones de vino en los bancos y en el césped. Cuando los agentes les reprendieron, los sin techo se trasladaron hasta el bombo y allí fue cuando se produjo el roce con los ciudadanos denunciantes. Los hechos tuvieron lugar pasadas las 20.30, una hora en la que el parque estaba lleno de gente, especialmente niños.