La Policía Nacional no bajará la guardia ante el inicio a partir de mañana de un largo fin de semana para impedir que se repitan los enfrentamientos entre radicales. Según confirmaron ayer fuentes policiales, la vigilancia se mantendrá durante los próximos días en las zonas de mayor concentración de jóvenes de la movida, con atención a la plaza Mayor, donde en la madrugada del viernes fue apuñalado un joven ultraizquierdista de 21 años presuntamente a manos de otro neonazi de 23, que afirmó en su declaración antes de ingresar en prisión haber recibido "una paliza con palos y botellas".

La tensión vivida durante el pasado fin de semana tras estos hechos obligaron a la Delegación del Gobierno en Extremadura a desplegar un importante operativo con 25 antidisturbios en Cáceres, para impedir que alrededor de medio centenar de radicales de extrema izquierda se manifestaran el domingo en solidaridad con Carlos G. Basas. Precisamente la preocupación de los mandos policiales por que puedan volver a producirse incidentes entre ultras o manifestaciones sin permiso ha obligado a mantener la alerta.

Por otro lado, el Servicio Extremeño de Salud informó ayer del estado del joven apuñalado permanece ingresado en planta en el hospital Infanta Cristina, en Badajoz, a la espera de ser trasladado a Cáceres. Aunque estaba previsto que éste se hubiera realizado ayer, los médicos aconsejaron que siguiera en el centro hospitalario pacense. Carlos G. Basas se recupera de heridas en el pulmón y mano derechos.

Por su parte, el Foro Social de Cáceres solicitó ayer a las Fuerzas de Seguridad "que actúen para frenar el avance de estos grupos xenófobos, fascistas y violentos, perfectamente localizados, y que impidan la comisión de agresiones". Indicó que "nos encontramos ante la aparición de un movimiento violento, xenófobo y racista, perfectamente estructurado, entre cuyos objetivos está la intimidación y la agresión física a inmigrantes, personas sin hogar y gente perteneciente a organizaciones sociales y políticas de izquierdas".