La primera jornada del corte total al tráfico de la calle Colón transcurrió ayer sin sobresaltos para los conductores, gracias al amplio dispositivo policial establecido por el ayuntamiento con el fin de facilitar la circulación en la zona. Las obras de mejora y remodelación, que comenzaron hace casi un mes en una de las principales vías de acceso a la plaza de Conquistadores, entraron en su fase más farragosa y obligaron a modificar el sentido de la circulación en varias calles adyacentes.

De esta forma, era curioso observar cómo Hernández Pacheco deja de ser de bajada desde Colón para convertirse en subida desde San Francisco, una medida que se mantendrá durante todo este mes. Ayer algún conductor despistado se sorprendía al poder optar por este recorrido. Señales indicativas en la intersección con Camino Llano dejaban claro este nuevo itinerario obligatorio por el cierre de la calle Colón. Y si no, un agente se encargaba de poner en aviso a los conductores de la maniobra.

Más difícil lo tuvieron los que se dirigían hacia la megarotonda de San Francisco, obligados a desviarse por la avenida del Brocense, Jesús Asunción y Hermanos Romero Ruiz. Al menos media docena de policías vigilaban en la plaza de Colón y calles cercanas para que el tráfico discurriera con normalidad. El único incidente destacable se produjo a mediodía cuando la entrada de un camión de bomberos para abrir una vivienda en Diego María Crehuet obligó a los agentes a emplearse a fondo y dar entrada por Periodista Sánchez Asensio a los vehículos que procedían de la plaza Marrón en dirección a la avenida Virgen de la Montaña. Y es que éste era el único camino para llegar hasta allí desde Camino Llano.

Un lavado de cara

Mientras tanto, una cuadrilla de obreros trabajaba a pleno sol en la calle Colón junto a una excavadora, que agujereaba la calzada bajo la que se instalarán nuevas tuberías. La reforma de la zona empieza ya a ser visible con la ampliación de las aceras, a la que se incorporarán también farolas que den mejor iluminación a la vía.

La impresión generalizada entre los empresarios era ayer que el perjuicio económico de las obras será menor al realizarse éstas en agosto. Un panorama que, en el tráfico, también notaron los conductores por la presencia policial y la buena señalización.