España y Polonia compartirán capitalidad europea en el año 2016, y muy diversas ciudades de uno y otro país se postulan como candidatas a una designación que implica, ante todo, una oportunidad para su proyección internacional.

Desde esta premisa, para apoyar la capitalidad de Cáceres 2016 su Consorcio ha tenido la afortunada iniciativa de poner la vista en la cultura de la nación copartícipe. Así las cosas, un amplio y variado programa sobre Polonia ha ocupado a los cacereños --y a los extremeños, por extensión-- durante el último mes, desde que a mediados del pasado noviembre el cine, la literatura, la fotografía y el cartel polacos se introdujeran en la agenda cultural de nuestra ciudad.

La Filmoteca de Extremadura ha proyectado un ciclo de películas de calidad, breve pero bastante representativo de la cinematografía polaca de las últimas décadas. Directores de tanto renombre como Zanussi, Kieslowski o Wajda se han dado cita en una selección que, de alguna forma, buscaba acercar al espectador la realidad social de este país.

En este sentido, cabe destacar la proyección de la reciente Katyn, rodada en 2007 por el ya mencionado Andrzej Wajda, filme cuya trama recrea la que ha sido una de las constantes de la convulsa historia de este pueblo eslavo: una Polonia castigada, azotada por alemanes y rusos de forma simultánea.

Por su parte, la Casa-Museo Guayasamín ha acogido una llamativa exposición sobre los carteles dedicados a la filmografía de Krzysztof Kieslowski, una muestra en la que han podido contemplarse pósteres firmados por artistas de la talla del también polaco Andrzej Pagowski (no hay que perder de vista el hecho de que la cartelística polaca es, junto a la checa, la que goza de mayor prestigio mundial). La elección del espacio expositivo puede calificarse de bastante acertada, pues este museo es en sí un símbolo de la fuerte apuesta cultural emprendida por Cáceres con anterioridad incluso a la propia candidatura.

Ciertamente, esta exhibición de carteles en absoluto resulta casual dada la clara tendencia que el Consorcio Cáceres 2016 viene demostrando hacia la obra gráfica, tendencia que, en cierto modo, está confiriendo personalidad propia a la candidatura cacereña: así, el Palacio de la Isla y el de Camarena han albergado en los últimos tiempos diversas bienales y cursos sobre arte gráfico contemporáneo, especialmente iberoamericano.

Y es que el conjunto de actividades sobre la cultura polaca promovidas por Cáceres 2016 constituye, a fin de cuentas, un claro ejemplo de que las cosas pueden hacerse bien sin necesidad de las alharacas --nótese la procedencia árabe del término-- de otras ciudades aspirantes.