TSte habla estos días, en los medios de comunicación de que se ha solicitado al Ayuntamiento de Cáceres, mediante la entrega de una instancia en el registro de la institución, que quite el crucifijo del salón de plenos. El registro es un medio oficial por el que el vecindario se comunica con sus ediles. En este sentido, cada uno es libre de proponer a su ayuntamiento lo que estime oportuno. A partir de ahí, es potestad del alcalde meter el asunto o no, en el orden del día para que sea tratado por el pleno y éste aprueba o no, la proposición.

Respetando, por supuesto, cualquier criterio en contra, me pregunto por qué esa solicitud. ¿Porque el personaje se llama Jesús de Nazaret y nació en una familia pobre?, ¿porque elevó a los humildes?, ¿porque enseñó el camino de la libertad a los esclavos?, ¿porque predicó un doctrina admirable?, ¿porque dejó a sus seguidores el mandato del amor al prójimo?, ¿porque introdujo en la historia de los hombres un cambio a mejor, en beneficio de la sociedad, como nunca se había producido?

En cierta ocasión, un inspector de enseñanza Primaria, en una escuela de un pueblo, preguntó colectivamente, de forma positiva, a los niños por qué presidía el crucifijo la escuela. Uno, de catorce años, alzó la mano y, con el asentimiento del inspector, contestó: "Porque gracias a él, somos libres".

Fue una respuesta impactante. No es lugar ahora de hablar del panegírico que hizo el inspector sobre la respuesta del niño ni de la que hizo sobre la figura del Cristo histórico, pero bien merecería la pena hacerlo.

Ese símbolo que se solicita quitar, debe permanecer donde está porque es la señal de la liberación de los esclavos. Quienes hacen tal propuesta, posiblemente, no habrían podido elevar ahora su petición al ayuntamiento, si ese Jesús que pretenden quitar, no hubiera existido. Los que se llaman progresistas tienen un gran motivo para pedir que se le abran calles, se le levanten monumentos y presida todas las corporaciones del mundo, sobre todo, hoy que se elevan monumentos a cualquier cosa.

Cristo crucificado, el crucifijo no es sólo un símbolo religioso, sino que trasciende todos los símbolos religiosos. No es exclusivamente del clero, ni de los cristianos, sino que pertenece a toda la humanidad, como Sócrates, Gandhi, Luther King y otros.

No creo que un rey que lleva el título de ´Católico´ tenga nada que objetar porque el crucifijo esté situado por encima de su retrato, ni que el significado de las banderas o la constitución queden menguadas porque se honre a quien defendió la libertad que ellas representan.

¿Que rompe la neutralidad del ayuntamiento? ¿Qué neutralidad? El ayuntamiento es un ente abstracto, una institución administrativa, formada por hombres y mujeres que pertenecen a un signo u otro, a una religión u otra. Para que esa institución sea estrictamente neutral, ´neuter´, (ni una cosa ni otra), las personas que la forman deberían renunciar a sus ideas y símbolos personales y eso desvirtuaría la misma democracia. En otro caso, difícilmente se podrá hablar de neutralidad.

Las asociaciones, y las personas tienen derecho a elevar al ayuntamiento todas las solicitudes que estimen oportuno sobre los asuntos que crean pertinentes y el señor alcalde y los señores concejales, la obligación de sopesar desapasionadamente las razones que contienen y obrar en consecuencia. Con relación a la petición que se hace con el fin anteriormente dicho, pienso que, bajo la apariencia de la neutralidad que piden, parece encerrarse una apasionada virulencia en otro sentido, motivo que supongo será tenido en cuenta por los señores concejales, representantes del estimado pueblo cacereño.