La Sierra de la Mosca, la Montaña y el Calerizo de Cáceres constituyen «un espacio natural de alto valor ecológico, refugio de flora y fauna al ser el único enclave accidentado que destaca de la penillanura trujillano cacereña». Se trata de una «isla verde en medio de la penillanura cerealista», cobijo para animales y corredor natural que conecta la ZEPA de Los Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes con la ZEPA de la capital, la única de Europa enclavada en una ciudad por la abundancia del cernícalo primilla.

Ésta es una de las muchas razones que recoge el informe realizado por profesionales y científicos para respaldar la solicitud que firmaron 43 asociaciones en junio. Objetivo: solicitar la declaración de la Sierra de la Mosca, la Montaña y el Calerizo como ‘Paisaje Protegido’, por su «alto valor geológico, prehistórico, arqueológico y biológico, acrecentado por el hecho de encontrarse junto a Cáceres y Sierra de Fuentes». El propósito es blindar estos parajes frente a iniciativas como la mina de litio en Valdeflores, que no gusta a parte de la ciudadanía.

La petición ha sido registrada en la Consejería de Medio Ambiente de la Junta. No existe en Extremadura ningún precedente de tal volumen de colectivos unidos por un fin común de protección. Alegan que «la Sierra de la Mosca constituye un entorno natural excepcionalmente bien conservado en las proximidades de Cáceres (...). Es su pulmón, un regulador natural de las temperaturas en una ciudad con largos veranos y escasa lluvia en estos meses».

Agregan en su informe que se trata de una «joya natural» por la diversidad de flora dado su estado de conservación, y porque muchas especies utilizan este lugar «como último reducto para sobrevivir ante un cambiante panorama socioambiental». Y ello por las características geomorfológicas, climáticas, paisajísticas e hídricas de este espacio, que lo convierten en «un oasis de biodiversidad».

El hábitat predominante es el bosque y matorral mediterráneo, que alberga la mejor representación de plantas y animales ligadas al mismo gracias a que la zona ha sido poco manipulada. Pero la sierra da cabida a otra multitud de microhábitats (zonas de castañar, pinar, ribera, prados, dehesa...) que la hacen especial a la hora de albergar una gran cantidad de especies vitalmente ligadas a estos espacios: anfibios, reptiles, aves y mamíferos en muchos casos protegidos por su excepcionalidad.

VALORES SINGULARES / El informe presta amplia dedicación al Calerizo con su singularidad geológica, sus fuentes, sus cuevas prehistóricas... Asociada a esta protección de los valores naturales y culturales, también va aparejada la conservación de los usos económicos tradicionales, ligados a la obtención de productos como aceitunas, aceite, corcho, queso y miel; y de otros nuevos usos como senderismo, turismo de naturaleza y cultural, fotos de aves..., que son la base educativa para inculcar a las nuevas generaciones la conservación de semejante entorno, según los solicitantes.

A continuación, este diario repasa las razones que los colectivos aducen en su estudio para pedir la figura de ‘Paisaje Protegido’.