En clave de salvadores del naufragio, los representantes del aparato político del Partido Popular comparecieron ayer en bloque --un día después de la mayor crisis de gobierno vivida en la legislatura socialista--, para ofrecer su apoyo a Carmen Heras, exigir el protagonismo que en razón de votos a su juicio les corresponde en el ayuntamiento, y contribuir a terminar --dijeron-- con la "parálisis" que desde hace dos años sufre la ciudad.

En esa línea se expresó el presidente local del PP, José Antonio Villa, que cuida como pocos sus apariciones públicas y que ayer se dejó ver ante las cámaras para decir taxativamente que el objetivo de su partido es gobernar la ciudad, pero que lo hará en el 2011. ¿Hasta entonces cuál será la labor de la formación política que más votos obtuvo en las últimas elecciones municipales?: "Ayudar a la ciudad de Cáceres", ¿cómo?: "Apoyando los proyectos que se consideren positivos para todos los cacereños, aportando ideas y sugerencias y siempre de mano tendida".

Pero es evidente que la mayoría se encuentra ahora en el tejado del PP y por ello los populares establecen unas condiciones para dar a la alcaldesa ese apoyo que pregonan, y que no son otras sino disposición, cambio en el talante de Carmen Heras, capacidad de diálogo y consenso. "Si eso se cumple, y si de verdad quiere hacer algo por Cáceres, tiene que llamar a las puertas de la oposición, que las tiene enfrente y abiertas", aseveró Elena Nevado, una portavoz del PP que cada vez ve más cerca el sillón de la alcaldía.

Pero hasta que eso ocurra deben pasar todavía dos años, y en ese tiempo, al menos de momento porque en política todo es impredecible, el PP descarta una moción de censura. "De cuestiones improbables no hablo, es un ejercicio inútil", aseguró Laureano León, presidente provincial, siempre más guerrillero en sus comparecencias y que ayer dedicó algunas lindezas a la alcaldesa: la acusó de "exceso de ambición al firmar un pacto de imposible cumplimiento con dos socios antagónicos", con el objetivo, dijo, "de ocupar un sillón a costa de cualquier precio", la responsabilizó de la ruptura del pacto, insistió en que "lo único que le importa es la alcaldía y su sillón" y concluyó con un tajante "no ha sabido gobernar".

Aún así y tras estas palabras, Laureano León insistió en que no ofrecía a la alcaldesa un apoyo con la boca chica. El presidente provincial confirmó que su partido va a arrimar el hombro para que la ciudad no sea ingobernable, para que Cáceres deje de tener echado el freno de mano y para ejercer una oposición responsable. "Vamos a apoyar en todas aquellas cuestiones que los cacereños nos demanden y que esta ciudad necesite. Trabajaremos para garantizar el futuro y para sacar esta ciudad adelante en los asuntos fundamentales".

APOYO UNANIME Entretanto, la alcaldesa pasó parte del día en Mérida. Tras destituir de su gobierno al concejal de IU, Santiago Pavón, Carmen Heras estaba ayer como si le hubieran quitado una losa de encima. "Medité esta decisión y creo que ha sido la más acertada. La imagen del equipo de gobierno se estaba deteriorando. Era un clamor", dijo en declaraciones a este diario minutos antes de que el comité regional de su partido aprobara una proposición de respaldo a la ruptura del pacto. "Me siento muy reforzada, muy ayudada, muy acompañada, muy tranquila", confesó.

Igualmente, las ejecutivas provincial y local del PSOE mostraron su apoyo a la alcaldesa "por dignidad política e institucional", dijeron, una dignidad que llevó a Carmen Heras a firmar la destitución definitiva de Santiago Pavón, quien, por cierto, rompió en pedazos la resolución de Alcaldía cuando el jueves llegó a sus manos.