El Grupo Popular en la Diputación de Cáceres insistió ayer en el "partidismo y sectarismo" que, en su opinión, existe en las inversiones de la Junta y la diputación, pues "no hay ninguna inversión o programa que no beneficie a Casar de Cáceres", cuyo alcalde es el presidente de la institución provincial, informa Efe.

Para demostrar sus afirmaciones, mostró documentación sobre un acuerdo del 18 de enero de la Consejería de Sanidad, según el cual se destinan 600.000 euros a la construcción de un centro de salud en la localidad de Juan Andrés Tovar. En ese acuerdo, precisó, se prevé ayudas para la construcción o mejora infraestructuras sanitarias en 125 municipios, de los que Casar de Cáceres se lleva la inversión mayor, seguido de La Albuera, con 186.000 euros.

Manzano dijo que no entiende por qué el resto de los alcaldes socialistas "no alzan su voz" y habló, concretamente, del alcalde de Malpartida de Cáceres, municipio muy próximo a Casar de Cáceres y con una población similar.

En su opinión, "no es muy ético que el presidente de la diputación sea al mismo tiempo juez y parte".

Por otra parte, Manzano exigió a Tovar que se pronuncie, como máximo responsable institucional del PSOE en la provincia, sobre la tardanza del inicio de las obras del nuevo hospital de Cáceres y del traspaso a la Junta del psiquiátrico de Plasencia.

El portavoz popular en la diputación, Fernando Manzano, criticó que aún no hayan comenzado las obras del hospital, cuya construcción se anunció en enero del 2002 y, dos años después, la institución provincial cedió los terrenos para su ubicación.