La estampa del Cáceres de toda la vida se repitió ayer en la terraza del párking de Galarza, inaugurado hace algo menos de una década por José María Saponi y que el Partido Popular vendió como uno de los logros de su gobierno. En ese escenario, con vistas a la ciudad monumental, no José María Saponi pero sí su sucesor , Javier Castellano, reclamó nuevamente el puesto conferido por las urnas que el PSOE le arrebató hace ahora veinte meses.

Acompañado por su equipo de concejales --entre los que se incluyen algunos barones del PP como José Diego o Joaquín Rumbo, solo faltó Elena Nevado--, Castellano compareció ante la prensa en plena crisis municipal y pocas horas después de la ruptura del tripartito. Y lo hizo para exigir la dimisión de Carmen Heras al frente de la alcaldía y reclamar para Cáceres un gobierno en minoría, sin el concejal de Foro Ciudadano, Felipe Vela, conformado en exclusiva por los 12 miembros de su equipo.

Lejos de ser explícito, un Castellano envalentonado por la situación que atraviesa la política municipal, fue muy impreciso a la hora de confirmar si presentará una moción de censura y solo defendió los gobiernos en minoría porque, según confesó, no cree "en ese axioma de que haya que tener una mayoría absolutísima para gobernar las instituciones".

De un modo u otro, lo cierto es que Javier Castellano parece estar tocando con sus dedos la alcaldía. Ayer su primera reflexión se encaminó a exigir al PSOE que trabaje para que Cáceres tenga cuanto antes los siguientes proyectos: El Corte Inglés, la autovía Cáceres-Badajoz, el Plan General Municipal y el aeropuerto, del que recordó, "se ha dejado de hablar".

El líder del PP se refirió al hartazgo que a su juicio están causando entre los cacereños las "desavenencias y enfados" del gobierno, que difuminan el verdadero interés general de la ciudad: los proyectos para su desarrollo. Frente al caos sobre el que dibujó al equipo de gobierno, defendió al gabinete que con Saponi a la cabeza gestionó el consistorio y al proyecto político que, según él, tiene ahora en sus manos el Partido Popular. "Tengo una convicción --aseveró-- cualquiera de los componentes del Partido Popular-Extremadura Unida podría hacerlo infinitamente mejor que sus respectivos en el actual gobierno del ayuntamiento".

En este sentido, Castellano reiteró que sus correligionarios son mucho mejores por "su formación, su capacidad y su trayectoria". Pero esta fue solo la fruta de un desayuno que el líder del PP centró en Carmen Heras y Guillermo Fernández Vara, contra quienes descargó toda su artillería. De la alcaldesa aseguró que "su única ilusión es su sillón", que no tiene proyecto político ni modelo de ciudad, que no tiene gente capacitada y que tiene "aparcadas, olvidadas o paralizadas" todas las iniciativas. Y aún hubo más: le recriminó "la incapacidad y la ingobernabilidad en la toma de decisiones".

Del presidente de la Junta aseveró que "ha pecado de pensamiento, obra y omisión" diciendo que Cáceres está por encima de los partidos políticos. Con ello, según Castellano, Vara pone "el interés de su partido, su propio interés, por encima del interés general de los cacereños, a cualquier precio, a costa de todo con tal de tener sometida a la ciudad al dictamen de Mérida".

MAS VOTOS En su intervención, el portavoz popular desmontó el argumento que el tripartito defendió cuando llevó a la alcaldía a Carmen Heras y que se basaba en la tesis de que los votos de las tres formaciones (PSOE, Izquierda Unida y Foro Ciudadano) superaban las papeletas que obtuvo el Partido Popular en los últimos comicios municipales.

Castellano lamentó que ahora 2.500 votos, los que consiguió Izquierda Unida, hayan situado a su portavoz, Santiago Pavón, como primer teniente de alcalde, y de que sean esos votos los que "decidan el presente y futuro de la ciudad". Señaló que la fórmula del pacto es legal "pero no legítima", y que en este momento --con Foro Ciudadano en la oposición-- ya no tiene sentido: "Ahora --dijo-- el PSOE e IU suman 22.208 votos, el Partido Popular suma 22.811, ¿qué argumento les queda?", se preguntó.

MOCION DE CENSURA Castellano no citó en ningún momento de su comparecencia a Felipe Vela, el concejal que entró en política de manos de Saponi, en cuyo equipo llegó a ser concejal de Economía. Solo lo hizo ante la pregunta que más se ha escuchado desde que el pasado jueves estallara la crisis: ¿Planteará el PP una moción de censura? A partir de ahí comenzaron las imprecisiones de Castellano. Primero contestó: "Lo que tenga que ser será, el PP no tiene prisa". Y jugando al despiste añadió: "No se trata de lo que tenga que presentar el PP sino de lo que tenga que presentar el PSOE. Y el PSOE y Carmen Heras ya debería haber puesto su dimisión encima de la mesa".

¿Pero pactaría con Vela? Castellano primero rehuyó: "A quien se lo tienen que preguntar es a él", para luego ser más claro: "La gente tiene que dejar de jugar con la gente porque por medio está la institución y algunos hemos echado los dientes en la institución", apuntó el edil, baqueteado en las lides municipales.

Y precisó: "Me parece que si alguien pasa a la oposición es porque considera que el gobierno no es bueno, y si es así sabe lo que tiene que hacer". Después Castellano dejó de nuevo la puerta abierta: "El tiempo lo dirá", e insistió: "Nosotros estamos abiertos al diálogo con todo el mundo en lo que se refiere al interés general de Cáceres", aunque matizó: "Lo que no me gustaría es pensar que estamos ante una nueva pirueta en el aire cuyas consecuencias sigan siendo la paralización de la ciudad".

¿Con quién formaría gobierno? "No se trata de con quién, se trata de con qué", contestó el portavoz popular, que añadió: "con dignidad, la dignidad que nos dan nuestros 12 magníficos concejales. No tenemos que estar en manos de nadie para sacar adelante la ciudad de Cáceres. A lo largo de la legislatura pasada con 12 concejales Cáceres funcionó, en lo que va de esta con 13 no ha funcionado".

El líder del PP abundó en este sentido: "Lo que no se puede tener --señaló-- es una minoría ínfima y más con el enemigo en casa (...). Hay una diferencia entre ser 12 y entre ser 11+1, y vaya 1, pero es que ¡vaya 11!". Y zanjó: "Con mis 12 compañeros de viaje se puede ir al fin del mundo".

LA ALCALDESA Tras las declaraciones de Castellano, Carmen Heras, lejos de amilanarse, adoptó ayer una postura de firmeza reiterando que "en este momento, la estabilidad del ayuntamiento pasa porque el PSOE mantenga su compromiso con la ciudad". La alcaldesa hizo un llamamiento al PP para que colabore con el gobierno, aunque eso sí, desde la oposición, "que es el puesto que ocupa ahora mismo". La regidora concluyó así: "Está en juego el progreso de la ciudad y una serie de proyectos ya están prácticamente cerrados. Por eso no voy a perder ni un solo minuto más en esta discusión".