En su casa son siete y el perro. Isabel es una madre divorciada con cinco hijos --de 28, 25, 17, 16 y 15 años--, además de tener a su hermana, la cual sufre una discapacidad, bajo su tutela. Para ella, los peores meses son septiembre con 'la vuelta al cole' y Navidad, aunque Isabel se las ve y se las desea para que le cuadren las cuentas durante todo el año. "Solo en comer me puedo gastar el doble que cualquier familia. La mayor parte del sueldo se va en comer, luz y agua", aseguró ayer esta cacereña a la que le cuesta "llegar a fin de mes". Isabel trabaja en el Servicio Extremeño de Salud y, aunque valora los descuentos de los negocios privados, echa en falta bonificaciones en servicios básicos como la luz, el agua o el transporte público. "Preferiría que nos hicieran rebajas en más tiendas de alimentación, de ropa... En negocios a los que tengas que acudir sí o sí. Yo no tengo coche, no viajo mucho y no necesito descuentos en trenes ni nada parecido. Si me cuesta cubrir las necesidades básicas como me voy a ir a comprar pendientes a una joyería solo porque me hacen descuento", señaló.