La tasa de abandono escolar temprano subió en Extremadura al término de 2015 hasta el 24,5%. El abandono escolar temprano mide la población entre 18 y 24 años que como máximo ha terminado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y no ha seguido estudiando después ni el Bachillerato ni un grado medio de Formación Profesional. La tasa de Extremadura, la cuarta peor española, creció en 1,6 puntos respecto al 22,9 registrado en 2014, un dato que situó entonces a la región extremeña a sólo un punto de la media española.

Ayer, el diputado de Cultura, Alvaro Sánchez Cotrina, fue el único de una mesa de doctos políticos y expertos que puso valientemente el dedo en la llaga al defender el reto que tienen las sociedades modernas de "transmitir al estudiante la capacidad científica a través de la platina de un microscopio", el afán del ser humano de conocerse, la democratización en definitiva de la enseñanza.

Porque, seamos sinceros, si hoy nos vamos a cualquier colegio o instituto o facultad de Cáceres, ¿cuántos alumnos estarían en condiciones de explicar qué es la Cueva del Conejar y qué significado e importancia tiene en nuestros días? La estadística nos arruinaría, seguro. Por eso es importante lo que ayer se presentó en el Museo de las Veletas: los actos del centenario del descubrimiento de uno de los yacimientos arqueológicos más destacados del mundo y que es un desconocido para una ciudad que sigue viviendo de espaldas a la prehistoria, tan de espaldas que la Cueva de Maltravieso, por ejemplo, lleva sin abrirse desde 2008 y ayer a duras penas los políticos fueron capaces de explicar de forma clara qué planes existen para que las necesarias investigaciones puedan seguir avanzando.

Cien años se cumplen este 2016 desde que el profesor Ismael del Plan descubriera la Cueva del Conejar en Cáceres, un yacimiento arqueológico único en el suroeste peninsular y que ha ayudado a estudiar la transición entre el Paleolítico y el Neolítico. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan su importancia, porque les ayudará a entender de forma mucho más clara la sociedad actual. El Conejar simboliza el tránsito de las sociedades cazadoras recolectoras del Paleolítico a las productoras de alimentos basadas en la ganadería y la agricultura del Neolítico. Son nuestros orígenes, el germen de los primeros cacereños de hace un millón de años. Y para ello, jornadas de puertas abiertas, talleres, exposiciones y un congreso internacional que darán a conocer la gran riqueza que tenemos y que está aquí al lado.

Los días 18, 19, 20, 24, 25 y 26 de marzo y el 2 de abril habrá unas jornadas de puertas abiertas para visitar la cueva situada en la urbanización Vistahermosa. Para el mes de junio hay prevista una exposición que dará a conocer las intervenciones realizadas en el yacimiento y la importancia del mismo. Las actividades concluirán con la celebración de un congreso internacional en otoño, dirigido a la comunidad científica y a la universitaria. A la presentación de ayer acudieron la secretaria general de Cultura de la Junta de Extremadura, Miriam García, la alcaldesa Elena Nevado, y el arqueólogo y responsable del Equipo Primeros Pobladores de Extremadura, Antoni Canals.

Este último insistió en que El Conejar no es un yacimiento aislado, sino que forma parte de un conjunto de "ventanas" formado también por las cuevas de Maltravieso y Santa Ana, que dan vida al Calerizo cacereño. El Conejar terminó de excavarse en su totalidad el año pasado y ahora se encuentra en la segunda parte del estudio: dar a conocer los hallazgos de su interior así como establecer la correlación entre los mundos mediterráneos y atlánticos del mismo. Toda una riqueza que, no estaría de más, hiciera un poco más de mella en la comunidad educativa.