Las garantías del abastecimiento de agua a la ciudad son mejores que hace un año, cuando se tuvo que suspender el trasvase de agua desde el Almonte al Guadiloba, pero la situación ha empeorado durante los últimos meses y el trasvase se encuentra en sus niveles más bajos en lo que va de año. Este fue uno de los datos analizados ayer en el comité municipal de la sequía. Su presidente, el concejal José Joaquín Rumbo, calificó de "preocupante" el descenso de la cota del Almonte, una preocupación que se va a trasladar a Iberdrola.

El trasvase está en la cola del pantano de Alcántara, y la cota del río en este punto depende de la evolución de un pantano que se utiliza para la producción de energía. Rumbo confió en que la situación mejore, ya que el 1 de octubre se inicia el nuevo año hidrológico. Apuntó que "hasta el momento" está garantizado el suministro de agua y explicó que el descenso de la cota del río se va a aprovechar para baja las bombas de extracción de agua.

El río estaba el pasado día 17 en la cota 199 y las bombas se encuentran en la 194. El objeto de la obra es colocar más abajo las bombas, hasta donde permita el lecho río para dar más garantías al suministro. El Guadiloba estaba ayer al 52% de su capacidad. Con este nivel, si el trasvase desde el río Almonte se tuviese que interrumpir, habría agua almacenada para un año.

Rumbo reiteró ayer el rechazo del ayuntamiento a la solución definitiva propuesta por la Confederación Hidrográfica del Tajo para el abastecimiento a la ciudad, que consiste en una nueva conducción desde la presa de Portaje. El concejal recordó que esta solución supondría un incremento en el precio del agua de 65 céntimos por metro cúbico, que es "más de doble de lo que se está pagando actualmente" por los consumidores.

El concejal, que dudo que la obra se inicie a principios del próximo año, como se ha anunciado desde la confederación, reclamó del grupo municipal socialista un pronunciamiento sobre esta actuación.